El día después de una derrota dolorosa ante Racing, que significó perder la punta del torneo local por primera vez en mucho tiempo, Enzo Francescoli salió a poner paños fríos en medio del nerviosismo generalizado y fundamentalmente a bancar la labor de Marcelo Gallardo, quien tomó la polémica decisión de alinear todos suplentes y juveniles en un partido clave por el título en Avellaneda. Es que de darse un mal resultado el jueves con Boca, River se puede quedar sin nada.
El Director Deportivo de la institución no tuvo reparos en manifestar su inclinación hacia una línea de pensamiento similar a la del entrenador. "En su lugar, yo hubiera hecho lo mismo. No conozco a nadie que no hubiera hecho eso. Él está todos los días con los jugadores y quien debe tomar estas decisiones. Estoy de acuerdo, sino después vienen problemas más graves con las lesiones", justificó el uruguayo, dándole un voto de confianza al conductor del plantel.
Obviamente, la medida del Muñeco no iba a pasar desapercibida y más que nada con la victoria de la Academia, que cambió el panorama doméstico a dos jornadas del cierre de la temporada. "Se nos estaban lesionando mucho los jugadores, lamentablemente Gallardo tuvo que tomar la decisión ahora. Creo que los tres partidos con Estudiantes desgastaron mucho al equipo", continuó.
De la misma manera, el ídolo de la institución defendió la política de la dirigencia en el mercado de pases, que consistió en incorporar solamente futbolistas que pudieran hacer la diferencia. "Sabemos que los resultados mandan. Si River gana algo, estaremos todos felices. Pero si no ganamos nada, empezarán a decir que tenemos un plantel corto", explicó sobre el enojo del público por la escasez de refuerzos.
A su vez, Francescoli no recibió bien la consulta sobre una posible influencia de la aparición de Boca en el camino de River para bajar el nivel. "No sé por qué hacen esas preguntas, el clásico es el partido más lindo para jugar. Me tocó ganar y perder, pero todos quieren estar presentes", contestó.
Para finalizar destacó que "es un torneo muy equilibrado y todo puede pasar", para cerrar la entrevista reconociendo que "la parte psicológica juega mucho, pero si en junio nos decían que íbamos a estar acá, después de la salida de Ramón Díaz, varios no lo hubieran creído".