No caben dudas de que esta Final será recordada por mucho tiempo como uno de los mejores partidos de la historia. Con todos los condimentos, el encuentro pasó de la sorpresa por los tres goles de tiro libre en quince minutos, a imaginar una fácil victoria del Barcelona y a terminar con una remontada histórica del Sevilla. En el alargue, donde cualquier cosa pudo pasar, finalmente el elenco culé fue quien se quedó con un 5 a 4 histórico y la Supercopa de Europa en sus vitrinas.
El primer tiempo arrancó muy movido. Todavía no se había acomodado el público en las tribunas cuando en el primer cuarto de hora ya habían marcado tres goles. Y qué golazos. Porque primero fue Éver Banega quien puso en ventaja al Sevilla. Lo hizo mediante un remate exquisito de tiro libre, luego de una falta que le cometió Javier Mascherano cerca del área. Iban apenas dos minutos y los andaluces daban la sorpresa en el Estadio Nacional Borís Paichadze (Tiflis, Georgia).
Sin embargo, no tuvo mucho tiempo de festejar Sevilla, ya que cinco minutos después, por la misma vía, Lionel Messi anotaba el suyo. En una de las primeras pelotas que tocaba, y en su estreno oficial desde la Copa América con Argentina, la Pulga cambiaba rápidamente la imagen. Y como para ratificar la buena jornada, a los 16 volvía a marcar de tiro libre. A partir de ahí, fue todo monólogo del Barcelona hasta el final de la primera etapa, donde Rafinha puso el 3-1 parcial, tras una gran jugada personal de Luis Suárez.
En el arranque del complemento no cambió mucho la ecuación. Barcelona siguió dominando y a los 12 el uruguayo tuvo su premio: tras un pase preciso de Sergio Busquets, Luis Suárez definió por abajo del arquero. Sin embargo, Sevilla reaccionó rápido gracias al tanto de Reyes cinco minutos después y a los 28 por un error de Mathieu, que le comete penal a Vitolo, y que Gameiro cambió por gol. De esta manera, lo que parecía utópico empezó a verse como una seria posibilidad. Barcelona, que supo estar 4-1 en el partido, de pronto pasó a sufrir por el 4-3 y una entrega total de los andaluces, que tendrían su premio a falta de ocho minutos cuando Konoplyanka logra el histórico 4-4, llevando la serie al alargue.
El primero de los tiempos extra no contó con muchas emociones. Sí la segunda etapa donde el Barcelona lograría el tanto que le daría el título. Faltando apenas cinco minutos para definir el trofeo desde el punto penal, Lionel Messi recibe una infracción en la puerta del área, que él mismo se encargó de cobrar. Su remate de tiro libre fue con violencia, pero el disparo fue interceptado por Vitolo con la mano. El árbitro no sancionó penal, pero la Pulga no se quedó con eso y en el rebote volvió a pegarle con fuerza destacándose la reacción de Beto, quien manoteó justo en la línea de gol. Sin embargo, atento estaba Pedro para capturar el rebote y repetir lo hecho en la Supercopa de Europa del 2009 ante el Shakhtar Donetsk, donde con su gol el Barça obtuvo la Copa.