En Bahía Blanca se vivió el clásico choque de 'necesitados' de cada fecha. El local, Olimpo, arribó a este partido en la última colocación, la misma que había abandonado la jornada pasada Quilmes, gracias a su triunfo contra Vélez, su segunda alegría en el campeonato. El Roberto Carminatti fue testigo del fiel reflejo de dos equipos que justificadamente están en el fondo de la tabla. En un partido sin ideas definidas de un lado y otro, el que se terminó llevando el triunfo fue el local por 2-1 gracias a dos zapatazos.
Arrancó mejor el Cervecero, quizás aprovechando el envión del triunfo de la jornada pasada. Lo cierto es que a pesar de sus buenas intenciones, la falta de ideas claras para arribar al arco contrario terminó afectando la idea de abrir el marcador.
Ante esa falta de capacidad, el Aurinegro hizo gala de su pegada para pasar al frente y acomodarse rumbo a la victoria. Primero apareció de derecha a izquierda Adrián Martínez para meter un zurdazo que se incrustó contra el palo del arco que defendió Walter Benítez. Un rato más tarde el que se puso en la piel de goleador fue el colombiano Mauricio Cuero con un zapatazo letal.
El golpe afectó a los del Sur del Gran Buenos Aires, que tiraron a la cancha a Adrián Fernández y al pibe Franco Cáseres. El juvenil tuvo desparpajo para inquietar por izquierda, aunque protagonizó el mismo problema que todo su equipo: no probó al arco. El paraguayo, en cambio, en la única que tuvo sacó un cabezazo que sirvió para descontar e ilusionar de un posible empate a los de Quattrocchi durante los últimos minutos; situación que nunca llegó.
Lo cierto es que el Cervecero volvió a caer y se sumergió en la última colocación, que por ahora comparte con Defensa y Justicia. El "Aurinegro" estalla de alegría al poder ver nuevamente tres puntos en sus estadísticas luego de siete fechas con magros resultados.