Como en junio termina el contrato del 10, podría decirse que su futuro podría quedar marcado en las próximas horas.
Dos abogados -Joan Laporta (Barcelona, 1962) y Toni Freixa (Barcelona, 1968)- y un empresario Víctor Font (Granollers, 1972) se juegan este domingo la posibilidad de convertirse en el 41º presidente de la historia del FC Barcelona, en medio de una pandemia, una tormenta económica y deportiva y con la sombra del escándalo 'Barçagate' en la última semana de la campaña electoral.
Si el Barça es 'Més que un club', estas serán más que unas elecciones. El club hoy está regida por una junta gestora, presidida por Carles Tusquets desde octubre de 2020. Desde entonces postergó los comicios en más de una oportunidad amparado por la fuerza del coronavirus en la ciudad.
Desde aquella declaración de Tusquets de que las elecciones se celebrarían "lo más pronto posible" habrán pasado más de cuatro meses, después de que la primera fecha prevista (24 de enero) se tuviera que variar porque así lo aconsejaron las autoridades a causa de la pandemia.
Hay mucho en juego. Serán las primeras elecciones en las que se pudo votar por correo (lo hicieron más de 20 mil socios) y con cinco sedes, además del Camp Nou, para evitar la movilidad de los socios en medio de la pandemia.
Hay dudas en todos los apartados del club. El Barcelona está ahogado económicamente (730 millones de deuda a corto plazo y un pasivo de 1.173 millones de euros) y necesita reformular su modelo de club.
Laporta es el favorito en las encuestas. Ofrece la experiencia de haber sido presidente del club (2003-2010) y alternativas para salir adelante en la encrucijada en la que se encuentra el club azulgrana. Ofrece como aval su conocimiento del mundo del fútbol, su capacidad para revertir situaciones límite -como en 2003- y un regreso a los orígenes de aquel equipo que llegó a lo más alto del fútbol con Pep Guardiola en el banco.
El proyecto más trabajado seguramente es el de Víctor Font, que lleva siete años esperando el momento. Este empresario del sector de las telecomunicaciones, los contenidos y la tecnología ofrece aire fresco y otra manera de ver el club.
Hasta la aparición en escena de Laporta, el reformismo de Font era mirado de reojo por los hinchas. Ofrecía a Xavi Hernández como técnico o como general manager' y a Jordi Cruyff también en el área de decisiones deportivas. Pero Font nunca tuvo ninguna relación con las estructuras del club.
A diferencia de Font, Toni Freixa es un viejo conocido del barcelonismo. Es la segunda vez que se presenta y estuvo en la primera directiva de Sandro Rosell en la que fue el portavoz de la misma. Se define como cruyffista y también como nuñista; se presenta como continuista y como reformista; en una idea de intentar captar votos de todos los frentes posibles.
La economía fue el eje central de la campaña, pero también el futuro de Leo Messi, la continuidad de Ronald Koeman.
Las elecciones se vieron empañadas por la detención del expresidente, Josep Maria Bartomeu, a raíz del 'Barçagate', un caso que estalló la última semana de campaña, a pesar de que se destapó hace un año.
La familia tiene muy buena relación con Laporta, por lo que una victoria de ese candidato podría ser vital para intentar retener al 10. Pero la prueba de fuego será lo que ocurra el miércoles ante PSG, en la Champions League.