Novak Djokovic pretende jugar el Australian Open de 2023, aseguró este domingo el director del primer Grand Slam de la temporada, Craig Tiley, quien atribuyó la escandalosa deportación del número 1 del mundo, apenas horas antes de empezar el torneo de este año a una "falta de comunicación". Tiley, que recibió varias críticas por esta situación y mantuvo un perfil bajo desde la expulsión de Djokovic, dijo que "sí" cuando se lo consultó si el serbio volvería a Melbourne el año próximo.
"Obviamente tiene que dejar pasar este año, pero esa es su intención", declaró Tiley a la televisora pública ABC. "Al final de cuentas, él es el tenista número 1 del mundo y realmente ama el Abierto de Australia", aseguró el dirigente sobre el jugador que conquistó nueve veces el certamen que se juega en el Melbourne Park.
El número 1 del tenis mundial tuvo su visa australiana cancelada antes del primer Grand Slam de la temporada debido a que no está vacunado contra el Covid-19, y debió dejar Melbourne pocas horas antes de su debut en el cuadro principal tras una batalla legal con las autoridades australianas. El entrenador de Djokovic, Marian Vajda, declaró la semana pasada que "la situación lo golpeó mentalmente".
"Le va a doler mucho tiempo y le será difícil sacárselo de la cabeza", comentó Vajda al sitio Sport.sk, luego de criticar el "injusto proceso político" que condujo a la salida de Djokovic. Desde Melbourne, Tiley responsabilizó de la deportación a "las condiciones cambiantes" y la "falta de comunicación" con el gobierno federal, luego de que Djokovic inicialmente recibiera una exención del jefe médico de Tennis Australia, la federación de tenis de ese país, y organizadora del Open.
Tiley indicó que Tennis Australia buscó varias veces aclarar el tema con las autoridades nacionales, pero la naturaleza cambiante de la variante ómicron hizo que "hubiera muchas contradicciones y complejidades con la información". "Incluso solo en la última semana (desde la decisión), las cosas han cambiado en relación con la respuesta a la pandemia", según Tiley. Sin embargo, el Premier del Estados de Victoria, Daniel Andrews, consideró que Djokovic "sólo podrá ser bienvenido si llega ya vacunado".
De todos modos, Tiley consideró que "es importante advertir que no hay ninguna persona, ninguna organización que sea más importante que este torneo", una frase similar a la expresada por el español Rafael Nadal.
El director del Australian Open agregó que esperaba que "unas mil millones de personas" hayan seguido visto el Open para fines del próximo fin de semana. E insistió en que siempre las estrellas del deporte han sido tenidas en consideración. "Siempre hemos tenido al jugador por delante de todo. Puede dirigirse a cada tenista y preguntarle sobre nuestro enfoque respecto de ellos", dijo Tiley.
"Siempre trataremos de hacer lo correcto. Y creo que en este caso [el de Djokovic] hubo tanta complejidad y tanta contradicción, e incluso confusión sobre el tema [las reglas de entrada a Australia], por eso buscamos constantemente esa claridad. Ahora, todo el mundo tiene que retroceder un paso. Seguiremos siendo el primer torneo para los jugadores y dentro de una semana. habrá dos campeones. Será nuevamente un torneo que ha elevado los estándares en Australia", destacó el organizador.
En tanto, Djokovic se encuentra de regreso en Serbia con su imagen dañada y su futuro incierto. Algunos medios han dicho que podría demandar a Tennis Australia para recuperar sus gastos legales y de viaje, pero Tiley dijo no esperar alguna acción legal.