La Asociación del Fútbol Argentino y el Gobierno Nacional acordaron este martes el regreso de los entrenamientos para los 24 equipos de la Primera División (más Tigre, que participa en la Copa Libertadores), además de los clubes que participan en el certamen de fútbol femenino, para el lunes 10 de agosto. Para ello, se deberá cumplir con un estricto protocolo que incluye, como medida indispensable para volver a las prácticas, la realización de los testeos para detectar la presencia del COVID-19 tanto en futbolistas como en los cuerpos técnicos y todo empleado que deba cumplir tareas en los lugares de trabajo.
Claro está, el asunto parece envuelto en una polémica por la calidad de los análisis, a los que se someterán en casi una decena de ocasiones: 72 horas antes del primer día de trabajo (a partir de este jueves), el mismo día de inicio y luego semanalmente hasta el inicio de la competencia. Obviamente, en caso de detectarse positivos, inmediatamente serán aislados y no podrán estar con el plantel.
La situación que se debate por estas horas es la de realizar testeos serológicos, de rápido resultado pero menos eficaz que el PCR. En el primero, solo se analiza la presencia de los anticuerpos generados por el organismo ante la presencia del virus, pero no logra especificar si los mismos son actuales o pasados, lo cual sí se puede definir con el "hisopado", que determina si el paciente se encuentra infectado al momento de verificarlo. Además, en este último no hay posibilidades de "falsos negativos". (Goal)