El partido entre Chile y Colombia, por las semifinales de la Copa América, estuvo demorado durante más de dos horas luego del primer tiempo como consecuencia de las malas condiciones climáticas en la ciudad de Chicago.
A lo largo de todo el día se había especulado con la posibilidad de postergar el encuentro, algo que no conformaba a ninguno de los dos equipos ya que Argentina, que ya tenía su lugar asegurado en la final, tendría de esta manera 48 horas más de descanso.
"Se acerca clima peligroso. Buscar refugio de inmediato", anunciaron las autoridades del Soldier Field. Finalmente -y gracias a la ardua tarea de los operarios del estadio- el campo de juego quedo en condiciones para completar el encuentro.