Se hicieron esperar, pero valió la pena. Casi una hora después de lo previsto, pero con un gran despliegue logístico, el plantel de la Sociedad Unión Árabe (SUA) festejó en el centro de Paraná la obtención del Campeonato Nacional de Clubes C de handball.
Con un móvil de Bomberos Voluntarios precediendo el micro que trasladaba a la delegación y automóviles particulares, la caravana irrumpió en escena en la noche paranaense a puro bocinazo. Esperando la llegada, el grupo de jugadores masculinos de la entidad acompañó la llegada desde Montecarlo (Misiones), sede del certamen, con pirotecnia y cotillón carnestolendo.
Así, el abrazo de los familiares y las jugadoras que anteanoche lograron el primer título nacional para el balonmano entrerriano se empañó doblemente, por los ojos llorosos de emoción y por la espuma de nieve y el champán que eligieron los fans de las campeonas para celebrar.
El tránsito vehicular y peatonal se alteró ante la euforia festiva, pero hasta los momentáneos perjudicados entendieron con gestos condescendientes el motivo de la algarabía. Mientras, jugadoras y allegados ensayaron los cánticos de ocasión.
Luego, varias campeonas intentaron razonar tanta emoción:
“Somos campeonas porque nos lo merecemos, porque encaramos un largo y arduo trabajo de unos cuatro meses, y porque luchamos para conseguir el objetivo”, explicó Constanza Bonazzola, la capitana del plantel.
“La diferencia comparativa que tuvimos con el resto de los equipos estuvo en nuestra gran defensa. Fuimos casi impenetrables para las adversarias y creo que fuimos bien calificadas cuando nos bautizaron La Muralla”, redondeó, destacando a sus compañeras.
En tanto, la subcapitana, Giuliana Gelonchi, coincidió en que “el esfuerzo y el trabajo” fueron la actitud indispensable para el logro. “Sabíamos que podíamos llegar este año e hicimos todo lo posible para lograrlo”, insistió, antes de dedicarle el título “a Sabri (Nievas), que es nuestra referente, a Mariana Pacher, Silvio Cristaldo y Miguel Cordobés, quienes iniciaron el handball en Paraná, y a nuestras familias, que nos bancan el costo de todos los viajes”.
Por su parte, la goleadora Mercedes Aguilar destacó otro aspecto positivo del handball de la SUA: “Somos muy unidas entre nosotras y con el grupo de varones, con quienes hasta entrenamos juntos en algún momento. Siempre decimos que somos una gran familia y lo demostramos cada vez que podemos”.
En cuanto al ascenso conquistado, reconoció: “El próximo objetivo es ganar la Liga Nacional B, pero primero tiene que terminar de caernos la ficha y luego ponernos a laburar”.
El entrenador Enzo Fiorito ponderó el alcance del logro de la SUA para la práctica de la disciplina en la provincia.
“Es el primer título que logra Entre Ríos en el contexto nacional. Todo es especial, porque en solo cuatro años de trabajo se alcanza un título nacional. Así que para el año que viene habrá que trazar otros objetivos, para el deporte y la institución”, sintetizó.
Buscando recuperar momentos perdidos con sus hijos, Sabrina Nievas se hizo un tiempo para mirar hacia el futuro cercano: “Estimo que nos reinsertaremos en la Liga Rosarina o en la Nicoleña, de modo de poder elevar nuestro nivel de juego, porque ahora nos tocará el Nacional B y tendremos que afinar más que antes las tuercas”.
Con Julieta –su hija menor– en brazos, la ex goleadora de la selección argentina destacó: “Este torneo nos deja la consolidación como equipo. Creo que somos la única delegación que viajó a este Nacional sin refuerzo. Dejamos el corazón y el alma y después de tres participaciones con las mismas chicas nos consolidamos para que la victoria sea contundente”.
“Fuimos el equipo con más goles a favor, con menos en contra y totalmente invictos. Qué más se puede pedir”, concluyó.