Probablemente, la imagen de la derrota argentina en Francia 98 sea la de Ariel Ortega tras recibir la tarjeta roja del árbitro Arturo Carter por agredir a Edwin van der Sar. Al momento de la expulsión del Burrito, al 1 a 1 entre Argentina y Holanda le quedaban apenas tres minutos y en cancha quedaban 10 jugadores por lado. Todo presagiaba otro alargue más, hasta que Dennis Bergkamp inventó un golazo, y su defensor en esa jugada fue el entrerriano Roberto Ayala, quien todavía se lamenta por su falta de reacción.
Famoso por su excelso control de pelota, el entonces delantero del Arsenal inglés dominó magistralmente un largo pelotazo de Frank de Boer, desairó al central oriundo de Paraná y definió con categoría para sentenciar la suerte de aquella selección dirigida por Daniel Passarella. "El error no está en el área, el error está en no leer un pelotazo como de 40 metros", reconoció el actual colaborador de Lionel Scaloni en la Selección Argentina.
"Yo estaba mal perfilado en esa jugada, y como líbero la podría haber rechazado con la cabeza o con el pie y tirarla al lateral, y sin embargo me sorprendió. Estaba mal parado, mal perfilado", explicó el paranaense. Lo cierto es que aquel pelotazo parecía a pedir de un zaguero de su jerarquía, pero, cómo él mismo reconoció, falló y dejó recibir a un Bergkamp que no perdonó. El resto es historia.