"Es un gran cambio para el fútbol porque permite que más países y regiones en el mundo puedan participar. No hay desventajas para los jugadores y tampoco para los equipos porque el calendario no será impactado. Tenemos que ser más inclusivos. Si podemos tener un formato que no agrega partidos pero suma alegría a los que no tienen la oportunidad de participar, entonces debemos pensar en eso", argumentó Infantino durante las últimas semanas.
La versión que se juega desde Francia 1998, con 32 selecciones, se repetirá en Rusia 2018 y Qatar 2022. Si el martes en Zurich prospera la iniciativa de Infantino en la reunión del Consejo de la FIFA (sin dirigentes argentinos entre los cinco de la Conmebol), habrá otro formato en 2026.
Antes de asumir, en su campaña electoral, Infantino ya había anunciado su intención de subir los equipos a 40. Como esa variante generaba complicaciones organizativas, ya como presidente, avanzó a 48. Y con ese nuevo número, manejó dos posibilidades. La primera ubicaba a 16 países preclasificados. Los otros 32 debían definir en playoff si seguían adelante. Desde ahí, todo continuaba con 8 grupos de 4 equipos.
Como con esa alternativa 16 participantes jugarían sólo un partido, surgió otro esquema: 16 grupos de 3 equipos. Los dos mejores de cada zona avanzan a 16vos de final. Y desde ahí, series cara a cara. Así el finalista jugaría los mismos 7 partidos que en el modo actual y la Copa del Mundo seguiría desarrollándose en 32 días.
Todo se estudiará y se votará el martes. "La gran gran gran mayoría está a favor de los 48 equipos con 16 grupos de tres", adelantó Infantino, sabiendo el pensamiento de representantes de distintas federaciones.
Hay diversas reacciones. La Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) apoya la idea de Infantino. El director general Bobby Barnes explicó: "Hecha la salvedad de que no se incrementará el número de partidos, no podíamos más que expresar nuestro apoyo". Y además ahora serán 1.104 los futbolistas que cumplirán su sueño mundialista. Diferente es la posición de la Asociación de Clubes Europeos (ECA). Su presidente Karl Heinz Rummenigge rechaza: "Un Mundial con 48 equipos es un error. Las razones de esos planes son políticas y no deportivas".
Eso sí, también ahí se analizaría el otro gran intento de cambio de Infantino. Según trascendió, el presidente de la FIFA cree que en los partidos de los grupos lo mejor sería definir por penales en caso de igualdad, como en aquel torneo argentino 1988/1989. Así se evitarían suspicacias y empates arreglados. Y se multiplicarían las emociones que estarían expandidas en una idea de co-organización. Gana fuerza una triple sede en 2026:Canadá-Estados Unidos- México. Pero eso se verá más adelante.
Infantino ganó las elecciones para presidente de la FIFA el 26 de febrero de 2016. Había anunciado múltiples alteraciones en una organización vaciada de credibilidad por el escándalo FIFAgate. Y no mintió. Avanza con intensidad total. Después de aumentar la cantidad de dinero destinada al desarrollo del fútbol para cada federación miembro ( de 1.600.000 dólares a 5.000.000) y también para cada una de las confederaciones (de 22.000.000 de dólares a 40.000.000) y luego de impulsar con fuerza máxima el avance de la tecnología en el juego, ahora Infantino juega su ficha más fuerte. Quiere sacudir el tablero del Mundial. Más selecciones, basta de empates, más adrenalina. Más países, más millones, más fiesta.
<b>De todos modos, ya hay un preacuerdo para que la distribución de las plazas sea así:</b>
Europa: 16.
África: 9,5.
Asia: 8,5.
América del Sur (Conmebol): 6,5.
América Central, del Norte y el Caribe: 6,5.
Oceanía: 1.
Así, la Conmebol tendría hasta siete equipos si es que logra ganar el repechaje (falta definir contra qué continente se jugaría). Teniendo en cuenta que diez países son los que integran la Confederación Sudamericana, el nuevo formato clasificaría al Mundial al 70% de los equipos de esta parte del continente.
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