La derrota tuvo olor a fin de ciclo. Así lo demostró Marcelo Gallardo con sus gestos, con su cara de tristeza. Antes del comienzo del partido, el entrenador había admitido que estaban en el cierre de una etapa, aunque sin señales de una posible salida. Algo que se profundizó tras el triunfo 1-0 ante Independiente del Valle, que dejó a River, que ya estaba sin chances en el torneo local, eliminado de la Copa Libertadores.
El semestre se terminó esta noche para River. Deberá esperar al próximo, luego de la Copa América, para pelear en el torneo y la Copa Argentina, las dos competencias que tendrá, ya que no juega la Copa Sudamericana. "Necesitamos parar, empezar de cero. Hay que asumir que estamos en un fin de ciclo y recapacitar. Tener cuatro o cinco semanas de pretemporada en serio, jugadores que puedan venir y trabajar conceptualmente, bajando una línea. Estamos jugando con la nafta que nos quedó de 2014", había dicho el Muñeco minutos antes del partido, admitiendo las falencias.
Luego de la derrota, se lamentó: "Ya está, se terminó. Cuando te toca quedar afuera de esta manera, uno se tiene que ir tranquilo. Dejaron todo, hicieron un partido increíble. Nada para reprocharse, no entraron las pelotas. Hicimos todo para ganarlo por más de tres goles. Estoy triste porque era un partido para ganarlo".
"Después de los tres partidos del torneo vamos a hacer un análisis. Lo venimos diagnosticando, pero esto es tan dinámico que no te deja pensar. Venimos de un año y medio con muchas alegrías y satisfacciones. La autocrítica está y es bueno que suceda. No hay que relajarnos. Hay que ser francos y realistas", agregó.