En la práctica de ayer en Villa Domínico, el plantel de Independiente recibió una visita peligrosa. Pablo Alvarez, Bebote, el jefe de la barra brava, estuvo en un entrenamiento que fue a puertas cerradas y charló con algunos jugadores del plantel.
"Pablo Alvarez es socio y puede ingresar al club", fue la insólita defensa que esgrimió Noray Nakis, vicepresidente de Independiente. "No pasó nada, no hubo apriete. Bebote felicitó a Mancuello por lo hecho en la selección y el jugador le dio una pelota para los chicos discapacitados", contó Gustavo Palopolis, jefe de seguridad del plantel del Rojo.
Lo cierto es que Bebote Alvarez estuvo en una práctica que fue a puertas cerradas, donde los "socios" no pueden ingresar. El estuvo reunido con Federico Mancuello, quien si le regaló una pelota, y con Diego Rodríguez, el Ruso, arquero de los Rojos.
Además el barrabrava en esta "reunión" les habría pedido dinero a los dos referentes del plantel, aunque siempre en "buenos términos", según contaron quienes vieron esa reunión.
"En Independiente se vive en paz. Desmiento que haya habido una apretada de la barra. No me consta", dijo el dirigente Noray Nakis, sin embargo el propio Palopolis confirmó la charla entre Mancuello y Bebote: "Esta reunión no estuvo pactada, solo se encontraron", dijo a radio La Red. "Es un socio más, no tiene derecho de admisión", agregó el dirigente del Rojo.