Nació en Italia, vive en Italia y juega en Italia. Tiene 32 años y jamás prestó servicios en un club del exterior, pero su fanatismo excede esas fronteras. Tal es la pasión que con solo imaginarse campeón de la Libertadores con Boca se conmueve, por más que su historia y sus valores lo hayan posicionado como una apreciada figura de la Serie A.
Fabio Pisacane, defensor de Cagliari, vive a más de 10.700km de La Boca pero el ídolo de su infancia es Gabriel Batistuta. Por curioso e interesado comenzó a buscar videos, hasta que el mundo digital lo aterrizó en el Alberto J. Armando y le presentó a la hinchada de Boca. Fue amor a primera vista. Lo delata su piel, en la que lleva tatuado un antiguo escudo boquense en el brazo.
"Creo que es un poco imposible jugar en Argentina, pero desde el punto de vista de garra y carácter es un campeonato que me representa. Cuando se dio a conocer la noticia de que era hincha de Boca, una parte de la hinchada enloqueció, y puede que hayan hecho un poco de presión, pero no me han llamado", contó en una nota que brindó junto al Pata Castro, compañero de plantel.
<b>Podrías tener compañía porque quieren a De Rossi, Burdisso lo quiere llevar a Boca. Son dos italianos que quisieran, al menos como sueño.</b>
"Sí, de hecho todo nace porque tengo tatuado el escudo en el brazo".
<b>Es suficiente como para tener, al menos, un interés en vos.</b>
"No pero el hincha es una cosa y el jugador es otra. Sinceramente, a veces bromeando hablo del tema pero la realidad está lejos de la fantasía.