Instalado en Boston, el entrerriano Gustavo Bou lleva 33 días de cuarentena en su casa, junto a su esposa y su hija: "Trato de no ver las noticias porque me da mucho temor. No salimos de casa salvo para ir al supermercado", contó la Pantera.
Respecto a su futuro futbolístico, el delantero de 30 años oriundo de Concordia fue categórico: "Me encantaría volver a Racing. Si en algún momento se da la posibilidad y yo estoy bien físicamente, siempre voy a querer volver por el cariño que yo le tengo al club". Al mismo tiempo, aclaró que está muy cómodo en el New England Revolution y que le quedan dos años de contrato: "No es que quiera volver hoy mismo porque quiero seguir adaptándome a esta liga, que me sorprendió por lo competitiva que es".
<b>-¿Qué encontraste en la MLS?</b>
-Jugar en Estados Unidos y también en México me ayudó a bajar un poquito las revoluciones. Más que nada con lo que es el afuera de la cancha y el día a día. Acá encontré la tranquilidad que es difícil de encontrar en Argentina por cómo se vive el fútbol. Si bien se disfruta porque uno de chico siempre sueñs con ser conocido, jugar en un club grande, salir campeón, que la gente te reconozca y que te pidas fotos, también es lindo bajar la intensidad y andar tranquilo por lugares concurridos.
<b>-Incluso el norte de Estados Unidos es todavía más tranquilo</b>
-Tal cual. Boston es una ciudad muy intelectual, pero también es muy deportiva. Están los Patriots del fútbol americano, los Celtics de la NBA y el equipo de béisbol. Los tres equipos son muy competitivos y el fútbol es, tal vez, el cuarto deporte. Estoy en una ciudad muy linda y cómoda. Lo disfruto.
<b>-¿Qué te dicen en el club respecto a la situación con el COVID 19?</b>
-Estamos todo el tiempo en contacto con los profes y con el cuerpo técnico, pero no tanto con los dirigentes. Vamos semana a semana, pero por lo que nos dijeron esto va para largo. No sé si uno o dos meses más. Nos mantienen informados y eso nos da tranquilidad.
<b>-¿Hablaste con Ricardo Centurión en los últimos días?</b>
-Sí, con Ricky hablamos seguido, nos mandamos mensajes y nos llamamos. Pasó por un momento muy duro que nos sorprendió a todos. Había hablado con él la noche anterior al fallecimiento de su novia y él estaba con ella en la casa normalmente y al otro día me levanté con la noticia. Fue algo muy doloroso para él, pero también lo sentí yo. Trato de apoyarlo para que sepa que no está solo en los momentos en los que siente que se le cae el mundo.