Definir nombres, aclarar situaciones puntuales y entregar certezas. Jorge Sampaoli viajó a Europa con la misión de prácticamente cerrar el plantel que jugará el Mundial de Rusia. Se agota el tiempo y el director técnico no se engaña: ya es hora de sembrar confianza y pertenencia. Que los elegidos se sientan seguros, protagonistas, valiosos. Partió con la idea de convencerlos de la importancia que tendrá cada uno de ellos durante el campeonato. Luego, desde mediados de mayo, todos juntos, será imprescindible ajustar la idea. Ahora, los intérpretes son más valiosos que la partitura.
En las anotaciones de Sampaoli aparecen 20 apellidos con resaltador. Arqueros: Sergio Romero y Nahuel Guzmán. Defensores: Gabriel Mercado, Federico Fazio, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico, Marcos Rojo y Marcos Acuña. Volantes: Manuel Lanzini, Eduardo Salvio, Lucas Biglia, Javier Mascherano, Giovani Lo Celso, Éver Banega, Ángel Di María. Delanteros: Cristian Pavón, Paulo Dybala, Lionel Messi, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín. A casi todos visitará en Europa -salvo a Mascherano y a Guzmán, claro-, después de presenciar hoy, en Madrid, la final de la Copa del Rey entre Barcelona y Sevilla. Fuentes cercanas al cuerpo técnico le confirmaron a la nacion que ellos, salvo algún imponderable, estarán en Rusia 2018.
Dybala se ganó su ticket. Entre méritos propios en Juventus -lleva 25 goles en la temporada, escolta de los 39 que ya gritó Messi- y un Lautaro Martínez que estará mejor preparado más adelante. Del delantero de Racing será el futuro, concluyó Sampaoli tras observarlo durante 10 días en la convivencia para los amistosos con Italia y España. Esta gira, que se extenderá hasta el 6 de mayo cuando el entrenador la cerrará con el clásico Barcelona vs. Real Madrid, tocará precisamente Barcelona, Sevilla, Liverpool, Londres, Amsterdam, Lisboa, Roma, Milán, Turín y París.
Los encuentros con los futbolistas comenzaron en el país. En días diferentes se reunió en el predio de Ezeiza con los 7 locales que atravesaron los diferentes cortes que hizo el entrenador. Fabricio Bustos y Maximiliano Meza, de Independiente; Lautaro Martínez, de Racing; Enzo Pérez y Franco Armani, de River, y Pablo Pérez y Cristian Pavón, de Boca. Salvo el delantero xeneize, esencialmente el resto nutrirá la nómina de 35 apellidos que la FIFA les exige a las federaciones un mes antes de la Copa del Mundo. Solo un caso merecerá una atención especial, Armani, que se detalla más adelante.
Pero también conversará con otros cuatro futbolistas. Cuatro escenarios diferentes. Con Ramiro Funes Mori, que después de 13 meses de inactividad -debido a dos operaciones en la rodilla izquierda-, reapareció el sábado pasado en Everton; el tiempo le juega en contra y no superará el corte de la lista de 35. Con Mauro Icardi, de buen presente -encadena ocho goles en 2018-, pero sin pasaje a Moscú., salvo que la recuperación de Agüero active alguna alarma. Con Erik Lamela, que nunca integró el ciclo por su doble operación de cadera, pero desde diciembre del año pasado ganó continuidad en Tottenham y Sampaoli siente que se deben una charla. Atención: potencialmente el exRiver tiene chances hasta de jugar su primer Mundial. Y con Willy Caballero, porque aquí nuevamente aparece el gran protagonista de las últimas semanas: Armani.
Hasta hace 10 días, Sampaoli tenía 21 apellidos: Caballero era el tercer arquero y Armani el cuarto. La actualidad del arquero de River obliga al entrenador a revisar sus papeles. Lo evalúa hace tiempo, lo valora desde que atajaba en Colombia. ¿Qué hará si mantiene el alto nivel que disfruta River, mientras Romero y Caballero son suplentes? Lo analizará hasta último momento. Sampaoli celebra el problema, porque en definitiva el gran presente de Armani es el que lo pone en apremios. No una lesión. Tampoco desconoce que su inclusión abriría un debate nacional sobre la titularidad. Demasiado arquero para ir de relleno. Sampaoli necesita soluciones, pero no al precio de sembrar un tembladeral. Seguirá haciendo evaluaciones, mientras Armani crece y crece con la propulsión de sus voladas.
Luego, quedan dos lugares para completar la lista. Y un lote de candidatos, según el perfil que prefiera darle Sampaoli a esas vacantes.
Alternativa 1: un volante central. Enzo Pérez está nuevamente posicionado; o, tal vez, Matías Kranevitter. Más relegados, Leandro Paredes o Pablo Pérez.
Alternativa 2: un intérprete ofensivo, un volante creativo o hasta un extremo. Por eso suben las acciones de Lamela. Maximiliano Meza sigue en el radar, como Diego Perotti y hasta Papu Gómez.
Y la opción con menos espesura que evalúa Sampaoli es sumar otro zaguero central, aunque en caso de emergencia podría recurrir a Mascherano. Aquí no quedan demasiadas variantes si Funes Mori no garantiza confiabilidad. Únicamente asomaría Germán Pezzella, afirmado en Fiorentina, capitán del conjunto viola desde la muerte de Davide Astori.
En tres semanas ya no habrá ninguna incógnita. Si el Mundial también se gana desde la sala de máquinas, Sampaoli espera no equivocarse al elegir los engranajes.