A Marcelo Gallardo le dieron dos fechas de suspensión por haberle dicho "sinvergüenza" al árbitro paraguayo Julio Quintana en Chiclayo. La Conmebol le prohibió entrar al vestuario y comunicarse con el banco de suplentes. Sin embargo, al Muñeco se lo vio hablando por handy durante el encuentro del miércoles frente a Tigres, y en las últimas horas se especuló con una nueva pena. "No lo puedo creer, sería ridículo", se indignó el DT.
Habiendo cumplido los dos partidos de suspensión en los que fue reemplazado por su ayudante Matías Biscay, el Muñeco podrá estar en el banco -al menos por ahora- en el choque decisivo ante San José. "La Conmebol me dejó entrar al vestuario en México. No entiendo las decisiones. No me confirmaron nada", siguió con su bronca copera, más allá de que en el torneo su equipo se acomodó en la punta tras la victoria en La Paternal.
Sobre su comunicación en pleno encuentro contra Tigres, Gallardo planteó: "¿Quién comprueba que estuve hablando? Le damos tanta importancia a estupideces y no hablamos de fútbol”