San Jorge estuvo a un paso del ascenso a la Primera B Nacional, pero la sorprendente decisión de sus futbolistas de sentarse en el terreno de juego y negarse a completar los 40 minutos restantes de la segunda final ante Alvarado, en Mar del Plata, cambió totalmente el rumbo de su destino.
Por aquella protesta, llevada a cabo por el disgusto que causó en los jugadores el mal arbitraje de Adrián Franklin, el equipo tucumano fue condenado al descenso directo, y jugará en el Torneo Federal Amateur. Así lo resolvió el Tribunal de Disciplina del Consejo Federal de AFA en un duro fallo, cuyos extensos fundamentos fueron difundidos esta tarde.
En los días previos, directivos de San Jorge habían asegurado que desistirían de seguir participando del Federal A luego del mal arbitraje del domingo pasado que derivó en ese final escandaloso. Ahora, de manera oficial, pero por decisión del ente de disciplina, San Jorge perdió la categoría. El Tribunal ratificó el resultado: 1 a 0 a favor de Alvarado, que logra su primer ascenso a la B Nacional. En el partido de ida, en Tucumán, habían igualado 0 a 0.
En esta accidentada vuelta, iba ganando el equipo marplatense 1 a 0. En el primer tiempo San Jorge sufrió dos expulsiones: David Váldez y Maximiliano Guerra, decisiones que parecieron apresuradas, lo mismo que la cantidad de amonestaciones que sufrió el elenco visitante. Molestos con la tarea de Franklin, a los 5 minutos del segundo tiempo los nueve futbolistas de San Jorge que permanecían en cancha se sentaron sobre el césped y luego se marcharon al vestuario.
Ocho fechas de suspensión es el castigo para estos nueve rebeldes: Roberto Carrizo, César More, Claudio Pérez, Rolando Serrano, Albano Pavón, Ricardo Tapia, Martín Peralta, Emanuel Cuevas y Carlos Núñez.
Por su parte, el técnico Víctor Godoy y sus colaboradores Víctor Avellaneda, Alejandro Batalla y Luis Alvarez, recibieron una penalización mayor: doce partidos de suspensión. Por último, San Jorge deberá abonar una multa ecónomica, equivalente a cien entradas generales.