El argentino Gerardo Martino, entrenador del seleccionado de México, afirmó este jueves en un master class del Centro de Innovación Tecnológica (CITEC) y la Liga MX que el año que dirigió al Barcelona, entre 2013 y 2014, fue el peor en su carrera como entrenador.
"Desde el lado de los resultados no fue un mal año. Ganamos un título (la Supercopa) y jugamos una Final, pero en Barcelona lo que importa es cuántos títulos ganas. Sin embargo, yo digo que fue mi peor año porque mi aporte como entrenador iniciaba y terminaba con la gestión del equipo", manifestó.
Martino dijo que el Barcelona tienen una forma arraigada de jugar que intentó mejorar con la rapidez de Lionel Messi, Alexis Sánchez, Pedro y Neymar.
"Hay cuestiones de que mi gestión tenía corta vida y para mí fue clave el clásico con el Real Madrid que ganamos por 2 a 1 en casa. El segundo gol lo hacemos corriendo al espacio y si el Barcelona corría al espacio era porque algo no terminó de cuadrar. Pero yo entendía que si algo podríamos agregarle al equipo era no negarle la posibilidad de correr", agregó Martino.
Admitió que su aporte al Barcelona no fue tomado a bien ya que al siguiente día se hablaba más de la forma de juego que la victoria.
"La velocidad iba a hacer al Barcelona más completo porque cuando hubiera lapsos de dominio del equipo rival, estaba bueno esto de retroceder y salir al espacio. Eso lo llevaron a cabo al año siguiente con Luis Enrique", comentó el argentino.
Por el contrario, aseguró que su mejor etapa como entrenador fue cuando estuvo al mando de la selección de Paraguay, a la que llevó a los Cuartos de Final en el Mundial de Sudáfrica 2010.
"Lo que me dio la oportunidad de dirigir a Paraguay fue mi paso de cinco años en el fútbol local, en especial las semifinales de Copa Libertadores que conseguimos con Libertad en 2006. Me entusiasmó la calidad de futbolistas que podría tener", dijo.
El campeón de la MLS en 2018 con el Atlanta United confesó que por sus características como futbolista, hoy no se incluiría en una alineación.
"Difícil que un jugador como yo tuviera cabida en un equipo dirigido por mí. Yo era un futbolista que me destaqué por mis cualidades técnicas y en función a mi lentitud fui desarrollando el hecho de jugar rápido a uno y a dos toques, con lo cual disimulaba mi lentitud física", puntualizó.