Solo, por la calle 7 del Estadio Olímpico de Londres y con fuerzas aún para de hacer unas cuantas flexiones al cruzar la meta. El oriundo de Botsuana Isaac Makwala protagonizó hoy una de los momentos del día y de los Mundiales de atletismo de la capital británica al lograr su clasificación para las Semifinales de los 200 metros que disputarán más tarde en una carrera que corrió sólo él.
Makwala, líder del año en su prueba con 19,77, necesitaba acabar su particular 200 en 20,23 o en una marca mejor. Lo hizo en 20,20, se aseguró el pase y, para celebrarlo y dar muestras de su perfecta salud, regaló al público que lo aplaudía unas cuantas flexiones sobre el tartán.
La surrealista escena se produjo después de la no menos surrealista decisión de la IAAF, el organismo que rige el atletismo mundial, de permitir que Makwala buscara su pase de tal peculiar modo, luego de haberle prohibido participar en las series de clasificación del lunes a causa de un virus estomacal supuestamente con riesgo de ser "muy infeccioso".
En desacuerdo con la decisión de la IAAF, que consideró injusta y no se hizo pública hasta el martes, Makwala se acercó al Estadio Olímpico de Londres para intentar que fuese reconsiderada para poder así disputar la final de los 400 metros.
Pero ni siquiera le dejaron entrar al coliseo argumentando que podía contagiar a otros atletas.
"Makwala fue examinado y no sólo estaba enfermo, sino que corríamos el riesgo de que su virus se transmitiera a otros atletas", afirmó Sebastian Coe, presidente de la IAAF, en un encuentro con un grupo reducido de medios, unas horas antes de que el organismo que dirige anunciara que la cuarentena de Makwala se había cumplido a las 13:00 (horario GMT) y que el velocista podría buscar su pase a las semifinales en una carrera ad hoc.
"Fue una pena que no pudiera participar, sí, y puedo entender su frustración, pero nosotros no podemos arriesgarnos a que haya un contagio porque el virus era muy infeccioso", añadió el jefe del atletismo mundial, sin ofrecer pista alguna sobre la decisión que se comunicaría un poco más tarde.
La IAAF había recibido no pocas críticas por impedir la presencia de Makwala en la final del 400. Sin el botsuanés, Van Niekerk no tuvo rival que le hiciera sombra y la prueba perdió toda la emoción que se le suponía.
Menos de un día después, el organismo rector del atletismo enmendaba su cuestionada decisión con una propuesta que no es insólita, pero sí infrecuente, y que, de momento, no anunció para ninguno de los otros atletas que se habían visto afectados por el mismo virus que el botsuanés.
Complacido en su deseo, Makwala cumplió con la parte que le tocaba y, más tarde, en la primera serie de las semifinales, buscará un lugar en la definición que pretende arrebatarle a Van Niekerk.
Como no podía ser de otra manera, esa serie también será peculiar y, con el añadido Makwala, que correrá por la calle uno, contará con nueve atletas, uno más de los habituales.
