Tras el pitazo final del árbitro Alejandro Arco, barras de Independiente Rivadavia, exasperados por la derrota, destrozaron butacas y las lanzaron al campo de juego, lo que motivó la intervención de la policía local, que efectuó disparos con balas de gomas y lanzó gases lacrimógenos con las consiguientes corridas por el Parque General San Martín.
Este encuentro debió jugarse el 24 de enero y fue suspendido por falta de efectivos policiales. Ese mismo día, los hinchas de Independiente Rivadavia concurrieron al estadio Malvinas Argentinas y también ocasionaron destrozos, en el marco de los festejos de su aniversario.
Se produjeron detenciones aunque aun no se oficializó su número y hay 32 efectivos con lesiones, aunque "ninguna de gravedad" según declaraciones recogidas por jornadaonline.com del Jefe de la Policía, Roberto Munives.
En lo estrictamente deportivo Godoy Cruz se impuso 1-0 con gol de Garro, ante alrededor de 20.000 espectadores.