Dos finales de Champions League disputadas y dos finales perdidas para Diego Simeone , que sin embargo agigantó su figura para acomodarse en un sitial privilegiado en la historia del Atlético de Madrid. Ni bien terminó el partido, arengó a sus futbolistas y buscó levantarlos para que se dieran cuenta hasta dónde habían llegado.
Fiel a su estilo que separa entre ganadores y perdedores, sus primeras palabras apuntaron al resultado: "Tengo claro que del segundo no se acuerda nadie, perder dos finales es un fracaso, y hay que aceptar el momento curándose las heridas en casa". En esta misma línea, mencionó: "El que gana siempre es mejor y el Madrid fue mejor porque ganó, y nosotros no pudimos resolver en los penales la chance de ser campeón. Hay que seguir insistiendo para mejorar".
Pero el Cholo dejó una puerta abierta para irse del club colchonero, más allá de que tiene contrato hasta la temporada 2019/2020 inclusive. "Es un momento para pensar, para reflexionar. Me parece una cuestión lógica ponerse a pensar".
Una y otra vez se le preguntó acerca de su continuidad, y Simeone respondió siempre de la misma manera: la necesidad de poner la pelota contra el piso y hacer un análisis introspectivo.
Luego, siguió con los elogios a Real Madrid ("No creo en la injusticia en el fútbol") y valoró el sacrificio de sus jugadores en el campo: "Estoy orgulloso de ellos, hicieron un esfuerzo extraordinario, tremendo. Fue una Champions durísima, después de pasar al Bayern y a Barcelona. A los jugadores los quiero muchísimo y siempre dan todo en cada pelota. Al final del partido les decía que no lloren; el fútbol también es destino".