Sin dudas, la derrota del Barcelona ante la Real Sociedad marcó un antes y un después para la institución, ya que ese partido podría haber marcado el quiebre para que el jugador más importante de toda la historia, como lo es Lionel Messi, acepte irse en búsqueda de nuevos horizontes.
La relación con Luis Enrique ya venía mal desde hace un tiempo, pero la decisión de poner a varias de las figuras del plantel en el banco –incluido el rosarino-, fue el detonante, ya que en el vestuario el DT y el 10 discutieron feo. Es más, el entrenador quiso abrirle un expediente al rosarino por su comportamiento, pero fue frenado por el resto de los capitanes.
Al salir todo esto a la luz, el primero en moverse fue el Chelsea, quien ya lo viene teniendo en la mira desde hace un tiempo. Algunos de los directivos de la entidad londinense levantaron el teléfono y se comunicaron con Jorge Messi, el padre del jugador, para conocer el verdadero cuadro de situación.
Los Blues, con José Mourinho a la cabeza, saben que la Pulga, quien en varios cruces de Champions League los ha dejado sin nada, le daría un altísimo salto de calidad al plantel y están dispuestos a pagar la cláusula de rescisión del argentino (250.000.000 de euros).
Las otras instituciones que aún no se movieron, pero que estarían expectantes, son Manchester City y Paris Saint Germain.