Cuando este viernes a las 21.10 Boca empiece a jugar con Banfield, por la fecha 24 de la Superliga , al mismo tiempo le dará inicio a una ajetreada agenda que contempla nada menos que diez partidos en un lapso de 41 días.
Además de completar su actividad en el torneo local, donde terminará tercero o cuarto, en ese casi mes y medio, el conjunto xeneize tendrá partidos claves en la Copa Libertadores, donde buscará acceder a los octavos de final. Además, debutará en la Copa Argentina, participará de la Copa de la Superliga y definirá la Supercopa Argentina .
Después del encuentro con el Taladro, el conjunto que dirige Gustavo Alfaro viajará a Curitiba, donde el martes próximo visitará a Atlético Paranaense por la tercera fecha de la Libertadores. Solo cuatro días más tarde le bajará la persiana a la Superliga en Mar del Plata, frente a Aldosivi.
El miércoles 10 de abril volverán las noches de Copa a la Bombonera. El rival será Jorge Wilstermann. Será entonces cuando aparezca un buen paréntesis de 9 días sin acción para el xeneize.
Pero el 19 de abril, frente a Estudiantes de Río Cuarto, en Mar del Plata y por la Copa Argentina , se iniciará otra seguidilla. El 24 visitará a Deportes Tolima en Colombia (Libertadores), el 28 debutará en la Copa de la Superliga (octavos de final, ida), el 2 de mayo definirá la Supercopa Argentina con Rosario Central en Mendoza, el 5 de mayo jugará la vuelta de los octavos de final de la Copa de la Superliga y el 9 de mayo cerrará la fase de grupos de la Copa Libertadores frente a Atlético Paranaense, en la Bombonera.
En caso de avanzar en la Libertadores, la Copa de la Superliga y la Copa Argentina, la cuenta podría aumentar a al menos 15 partidos en 65 días, aunque por el momento, Boca pretende enfocarse en los compromisos que ya son un hecho, para diagramar el trabajo y la inevitable rotación a la que tendrá que apelar Gustavo Alfaro, para estar a la altura de lo que siempre exige Boca: ser protagonista de cada torneo en el que participe.