El 13 de diciembre de 2017 Independiente empató 1 a 1 con Flamengo en Río de Janeiro y se consagró campeón de la Copa Sudamericana gracias al 2 a 1 que había cosechado en Avellaneda la semana anterior. Antes del inicio del partido, el plantel del conjunto argentino fue víctima de un ataque similar al que padeció Boca Juniors este sábado en las cercanías del estadio Monumental de River Plate.
Cuando el conjunto dirigido por Ariel Holan viajaba desde el hotel hacia el Maracaná para disputar el trascendental duelo, <a href='https://superdeportivo.elonce.com/notas/fuerte-agresinn-al-colectivo-de-independiente.htm' target='_blank'>el micro fue atacado a pedradas fuera del anillo de seguridad</a>. Ante la lluvia de objetos, la policía utilizó a gases lacrimógenos para dispersar a los hinchas del Flamengo, pero este ingresó también al bus y afectó a varios futbolistas de Independiente. Similar a lo que ocurrió el sábado en Buenos Aires.
El saldo fue de dos vidrios rotos, pero en aquel ataque ningún integrante de la delegación sufrió heridas debido a los piedrazos y botellazos. Todo quedó registrado por las cámaras.
Al llegar al estadio los jugadores minimizaron la situación: "Sabíamos que iba a ser así, pero llegamos con la felicidad que llegamos a todas las canchas y con la ilusión que vino toda la gente", dijo Diego Rodríguez a los micrófonos de Fox Sports.
En esa ocasión el partido se disputó sin inconvenientes y sin postergaciones y el 24 de enero la Conmebol emitió la sanción para Flamengo: 300 mil dólares de multa y un castigo de dos fechas sin público para encuentros correspondientes a certámenes regidos por la Confederación sudamericana.
Por aquella sanción, a la que el club brasileño apeló sin éxito, el equipo debutó en esta edición de la Copa Libertadores sin público ante River (28 de febrero) y frente a Independiente Santa Fe (18 de abril). Si la Conmebol se ajusta a ese fallo, debería emitir un castigo similar a River Plate por lo sucedido con el micro de Boca Juniors.