El clima jugó su papel en el 'José Dellagiovanna'. Al principio fue vital para las acciones que se produjeran en el campo de juego; pero luego las condiciones empeoraron y todo terminó por suspenderse.
En el entretiempo, Fernando Echenique, con buen tino, decidió juntarse con los capitanes de cada equipo y los entrenadores (Juan Carlos Blengio y Gustavo Alfaro por el lado de Tigre y Agustín Marchesín y Guillermo Barros Schelotto, por el de Lanús) para comunicarles que el cotejo no iba para más.
"Decidimos parar el partido, se desvirtuaba el juego", fue lo primero que esbozó el juez ante las cámaras de Fútbol Para todos. De esta manera, el cotejo fue suspendido tras el 0 a 0 que se dio en la primera parte.
Luego, tras avisar que no sabe cuando se continuará el match, comentó: "Se empezó a quedar la pelota donde había agua y no se podía seguir". Si bien en un primer momento pensaron en continuar mañana, la idea quedó relegada. Los 45 restantes se disputarían el próximo martes, a las 20.
"No se podía jugar. A los primeros minutos la pelota no corría mucho. El árbitro tomó la decisión más correcta. Para los defensores era difícil, porque la pelota se frenaba o tomaba una velocidad importante. Si alguien encontraba un gol, era por suerte o casualidad. Era difícil jugar", agregó Marchesín.