El volante argentino, nacionalizado paraguayo, tiene una historia de vida conmovedora, con orígenes en la humildad más digna. Sin ir más lejos, durante un móvil reciente tras la obtención de la Copa Libertadores, contó que vendió cuadernos en el tren y jugaba torneos por dinero porque no podía comer en sus comienzos en el fútbol.
Incluso durante sus primeros pasos como futbolista profesional, Ortigoza continuó jugando torneos aparte por dinero, hasta que la intervención de su DT en Argentinos Juniors, Ricardo Caruso Lombardi, sirvió para que le aumenten el sueldo para que sólo se pueda dedicar a jugar en el Bicho.
Del otro lado, lo opuesto. Ronaldo comenzó a jugar en el Andorinha, donde trabajaba su padre, y no tardó mucho tiempo en captar los ojos de los principales clubes portugueses, hasta que terminó mudándose a Lisboa para debutar profesionalmente en el Sporting, uno de los clubes más grandes de aquel país.
Del Oeste del Gran Buenos Aires, la familia Ortigoza nunca perdió la brújula pese al crecimiento futbolístico y económico de su hijo, que consiguió títulos locales con Argentinos y San Lorenzo y tocó el cielo con las manos al convertir el penal que le dio la primera Libertadores de toda la historia al Ciclón.
La historia de CR7 fue vertiginosa desde un comienzo, y de Lisboa se fue a jugar nada menos que al Manchester United, aunque en 2009 se iba a transformar en el jugador más caro de toda la historia al ser contratado por el Real Madrid en 80 millones de euros, cifra impensada para esa época.
Desde ese momento, Ronaldo no hizo más que crecer, tanto futbolísticamente como desde el punto de vista del marketing, hasta convertirse hoy en día en el jugador mejor pago y más solicitado del mundo por las principales marcas.
Mientras tanto, su rival de este sábado, Ortigoza, mantiene la esencia. Sin ir más lejos, hace poco circuló en las redes sociales una imagen en la que se lo puede ver viajando en subte como si fuese un ciudadano más, mientras CR7 se encarga de lucir diferentes modelos de autos última generación según le plazca.
En cuanto a la vida privada, el argentino lleva una tranquila existencia y poco se sabe de su intimidad, lejos de las miles de bellas modelos con las que se suele vincular a Ronaldo, que actualmente está en pareja con una de las más lindas del mundo: la rusa Irina Shayk.
Lo cierto es que faltan horas para el gran cruce que definirá al mejor equipo del mundo y estos dos opuestos exponentes estarán cara a cara, sin más elementos que un par de botines y una pelota. Sin millones, lujos o vehículos ostentosos. Sin modelos, agentes ni divas de turno. Sólo la pelota.
¿Habrá batacazo y ganará la humildad? Será cuestión de esperar para conocer el desenlace de este cruce que parece digno de una novela.