Diego Maradona manifestó su confianza hacia el equipo de Alejandro Sabella y advirtió que los argentinos tienen "más hambre de gloria que los alemanes, y en una final el corazón te sale por la boca". Además, el ex DT de la Selección consideró que la oportunidad crecerá si Angel Di María se halla apto para jugar en el Maracána y pidió que el grupo colabore colectivamente con Lionel Messi para concretar la hazaña deportiva en el Mundial de Brasil.
Si bien admitió su preocupación por el microdesgarro en el cuadríceps derecho que sufrió el rosarino hace apenas una semana, el ex capitán recordó que vivió personalmente una experiencia
parecida en 1990, cuando jugó la final del Mundial de Italia con un tobillo tan inflamado que parecía "una pelota de papi fútbol".
"Vamos a pedirle al equipo que ayude a Messi a traernos la Copa", arengó, como si se tratara de un mensaje público para el plantel albiceleste. El "Diez" también mencionó que Argentina puede llegar al gol a través de un tiro libre que ejecute Leo o por un cabezazo del marcador central Ezequiel Garay.
Si bien Maradona se enterneció cuando vio la imagen del pequeño hijo de Arjen Robben llorando en la platea del Arena Corinthians en los brazos de su madre tras el triunfo de los argentinos ante los holandeses desde el punto del penal, en una de las semifinales, destacó que de ninguna manera desea que pase mañana por una tristeza semejante su nieto Benjamín Agüero, primogénito del Kun.
Finalmente, para cerrar su programa televisivo "De Zurda", "Pelusa" lanzó una frase que se destacó por su doble mensaje: "Quiero pedirle a mamá (doña Tota) y al (ex) presidente (Néstor) Kirchner que estén rezando para que Argentina levante la Copa".