Su currículum en este tipo de partidos devolvía que era el más experto dentro de los seis nombres que se barajaban en primera instancia para la trilogía de Superclásicos. Será la quinta ocasión en que Germán Delfino dirija un partido de este tipo, siendo el cuarto de categoría oficial. En todos esos antecedentes no se recuerdan errores groseros y sí aciertos fundamentales, como el penal a los segundos de juego que cobró en la Vuelta de la Semifinal de la Copa Sudamericana del año pasado.
Con toda esta presentación, Delfino es quien impartirá justicia en el duelo de Ida de los Octavos de Final de la Copa Libertadores entre Boca y River que se llevará a cabo el próximo jueves 7 de mayo en el Monumental a partir de las 21. A los minutos de conocerse su presencia en dicho cotejo, el juez salió a confesar su alegría.
"Es un partido que esperaba con mucha esperanza. Recién me estoy enterando y todavía estoy medio exaltado. Estoy muy feliz y contento de estar nuevamente en un encuentro tan importante", afirmó el árbitro de 36 años.
Es cierto que ante un partido de tal magnitud se empiezan a tejer ciertas conjeturas por supuestos favoritismos de la parte arbitral, especialmente por los colores que defendieron en su infancia como hinchas. "La camiseta que tenemos después de tantos años es la camiseta negra de los árbitros", afirmó Delfino ante eso. Y agregó a su justificación: "Uno quiere acertar y disfrutar de esto porque se pasa volando. Hay todo un entorno detrás del fútbol y hay mucha fantasía, pero te aseguro que nosotros sólo queremos dirigir y acertar".
A la hora de trazar un paralelismo entre una elección de estas características para los jueces, sentenció: "El que no quiere dirigir estos partidos, no quiere jugar en la Selección". Para tamaña calificación, el árbitro explicó: "Los River-Boca son todos importantes. Todos te marcan. Los tomo con esa responsabilidad. Puede pasar cualquier cosa. Lo mejor que nos puede pasar es acertar en lo que haya adentro del campo, sobre todo en las jugadas decisivas".
Por último, hizo referencia al recordado hecho de unas semanas atrás en Vélez-Arsenal, donde se lo acusó de haber utilizado la tecnología para retrotraerse de una mala decisión. "En su momento quedé golpeado, pero por el apoyo di vuelta la pagina rápido. Se dijeron muchas cosas que no fueron verdad, no hablé con nadie, fue todo muy sincero. No use la tecnología. Eso quedó atrás, pero me dolió porque fue todo desprolijo", aseveró.