"Sí, es un ciclo terminado", afirmó ayer Juan Martín del Potro en la conferencia de prensa del US Open. Es la primera vez que es contundente sobre el tema y ya no queda espacio para interpretación alguna. El tandilense no volverá a jugar la Copa Davis . En declaraciones anteriores, lo había sugerido. Por ejemplo, dijo que el capitán Daniel Orsanic sabía cuál era su postura en relación a la Davis y lo "desgastante" que es jugar el certamen de tenis por equipos más importante del mundo. "Ser parte de ese equipo campeón, de ese equipo soñado, que los chicos me hayan ayudado a ganarla después de haber perdido dos finales..., yo haber podido ayudarlos a ellos, fue como (sacarme) esa gran espina que tuve toda mi vida, toda mi carrera y lo pude lograr con toda la ayuda de ellos", le había dicho a ESPN el domingo previo al inicio del Gran Slam.
Sin embargo, ayer, debajo de las gradas del estadio Arthur Ashe, y después de debutar con un muy buen triunfo ante el suizo Henri Laaksonen por 6-4, 7-6(3) y 7-6(5), no hubo lugar a la duda. Además de no participar de la serie por el repechaje ante Kazakhstán, se despidió de la Copa Davis. "Para mí, tener como último recuerdo ese título, y todo lo que se formó, y el mensaje que dimos, es como un cierre. Como dije desde el día que gané, ese título me dio la posibilidad de poder dormir tranquilo. Y jugar tres finales y ganar la tercera de visitante, y todas las cosas buenas que hicimos durante el año pasado", señaló un Del Potro que se lo veía algo abatido, quizás por el calor y el sol que ayer regresó a Flushing Meadows.
El tandilense, carta fundamental del equipo para ganarle a Andy Murray en las semifinales con Gran Bretaña y para conquistar la Ensaladera en Zagreb ante Croacia, subrayó nuevamente el esfuerzo que hizo el año pasado en lo que fue una vuelta dorada con triunfos ante top ten y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. "Se toma con mucha naturalidad lo que hice el año pasado, pero a mí me costó volver. Hice un desgaste fuera de lo común al no estar preparado físicamente", añadió Del Potro, que ayer ganó en 2 horas y 34 minutos, bajo el cobijo del público de Estados Unidos que lo sigue apañando como uno de sus favoritos.
En un final de temporada donde una de las noticias del circuito son las ausencias por lesio-nes, como ocurrió con Novak Djokovic, Stan Wawrinka y la polémica baja de Andy Murray luego de que se sorteara el cuadro, Del Potro vivió el calvario en dos oportunidades. Primero, en 2011, se operó su muñeca derecha. Regresó al circuito y fue votado como el mejor regreso del año al circuito. Pero después volvió la pesadilla en su otra muñeca. Para julio de 2015, en 15 meses, ya había sufrido tres operaciones en esa muñeca. Fueron días interminables de angustia y hasta pensó en dejar el tenis. Sin embargo, Del Potro resurgió del infierno y regresó en 2016. Otra vez, su vuelta fue votada como la mejor del circuito.
A la negativa del tandilense, se suma la de Leonardo Mayer, quien ayer, luego de su triunfo (ver aparte), también declaró que para él es una etapa terminada la Copa Davis. A su vez, Carlos Berlocq puso en duda su participación y también lo hizo Horacio Zeballos. Guido Pella, quien siempre estuvo muy dispuesto a integrar el equipo no dio por asegurado su viaje a la serie en Astana que se llevará a cabo del 15 al 17 de septiembre. Todos argumentan dos razones fundamentales: el desgaste físico y mental. Sólo Diego Schwartzman ratificó su participación.
Otra vez, la Copa Davis, a sólo nueve meses de haberla ganado, está en el centro de la escena. Con una salvedad: ya no esperará la respuesta de Del Potro.
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