Cada vez que Daniele De Rossi alza la voz se detiene Italia y, desde su paso por Boca, también parte de Argentina. El histórico mediocampista de la Roma optó por un silencio prolongado en las últimas semanas debido a la pandemia del coronavirus, pero ahora rompió el mismo para referirse a algunas cuestiones personales y también a su paso por el Xeneize.
Llamó la atención en su continente afirmando que desde pequeño tenía admiración por el Manchester United y que Josep Guardiola es el mejor entrenador del mundo, pero en Sudamérica suenan más relevantes otras cuestiones, como su estadía en Boca y la charla que tuvo con Juan Román Riquelme antes de despedirse a principios de año.
"Román me pidió que me quedara en Boca pero tuve que decirle que era importante que mi familia volviera a Roma. Nos habíamos asentado bien en Buenos Aires pero había razones por las que tenía que regresar", explicó el futbolista recientemente retirado. Y vale recordar que antes de firmar en la entidad de la Ribera había salido a la luz que él formaba parte de un grupo de WhatsApp en el que la foto era justamente la de Riquelme.
De Rossi tenía contrato hasta mediados de 2020 pero su particular situación familiar lo obligó a rescindir y la nueva dirigencia boquense no puso reparos a su salida. El presidente Jorge Amor Ameal aclaró que mantienen el contacto con el campeón del mundo a través del secretario General, Ricardo Rosica. En las últimas horas un ex compañero como Franco Soldano contó algunas cuestiones de la intimidad en las concentraciones con el italiano, que dejó un grato recuerdo en el plantel y celebró en su país la conquista de la última Superliga.
"Fue una experiencia maravillosa y aprendí mucho. También me di cuenta de cuánto talento puede desperdiciarse sin organización. Si Argentina pudiera encontrarla, cambiarían el fútbol mundial porque tienen tanto talento como Brasil", fue la crítica que se animó a hacer Lele.
Y luego, destacó al DT de River: "Por desgracia, hay alguien que logró esto: Marcelo Gallardo. Lo ha intentado durante muchos años, tuvo la suerte de entrenar al mismo equipo durante muchos años y ha tenido éxito. Tiene jugadores muy fuertes, cada vez que pierde uno agrega a otro y logró crear lo que vemos hoy".
Además, también mimó a Gabriel Heinze, su ex compañero en la Roma. "Me dijeron que era interesante el trabajo de él y al jugar en Argentina y ver los partidos me di cuenta de que es realmente bueno. Ahora se ha ido de Vélez, pero lo conocen bien en Europa. Hay entrenadores jóvenes que lo están haciendo bien, como Crespo, que nos complicó con Banfield", remarcó en declaraciones a Sky Sports.
Por último se centró en lo que será su futuro dentro del mundo del fútbol como técnico: "Me encantaría ser el entrenador de la Roma pero primero tengo que pasar por el proceso de crecimiento y la carrera que todos los jóvenes deben experimentar. No tengo prisa en hacerlo. Si sucede, será porque me convertí en un buen entrenador y no por haber sido un jugador importante para la Roma. La gente siempre me vio como un líder en el vestuario pero un entrenador tiene que tomar decisiones, elegir personal y estar solo bajo esa presión".