"Si sé que es un baño, mi amiga no entra", fue la declaración de una de los ocho testigos del caso Dani Alves, que está detenido por una presunta violación en la discoteca Sutton de Barcelona el pasado 30 de diciembre. La versión en la que coincidieron las tres amigas de la víctima sirvió para crear una radiografía concreta de lo que sucedió aquella noche.
De acuerdo al medio español, La Vanguardia, todo comenzó con las tres amigas que cenaron en el departamento de una de ellas. Al principio no querían salir, pero finalmente decidieron ir a un bar musical. Allí es donde consiguieron la entrada a Sutton.
Una de las amigas de la denunciante contó entre lágrimas que no se imaginaba lo que iba a pasar en el reservado en el que se encontraba Dani Alves y algunos amigos del futbolista. Los testigos, además, aclararon que no sabían que eso era un baño.
La denunciante además pidió ayuda a su jefe, responsable de un despacho de abogados en Barcelona que le asesoró y que también declaró en calidad de testigo. La joven tuvo un gran ataque de ansiedad y entre lágrimas no paraba de repetir: "No me van a creer, no me van a creer".