El correntino Leonardo Mayer, tenista con el que Argentina proyecta una victoria sobre Israel para continuar en el Grupo Mundial de la Copa Davis el año próximo, abrirá hoy la serie ante el debutante Bar Botzer, en el primer punto del repechaje que animarán ambos países en la ciudad estadounidense de Sunrise.
Mayer, 25to. en el ránking mundial de la ATP, se medirá con Botzer hoy desde las 12:30 -hora de la Argentina- y a continuación jugarán Carlos Berlocq (67) y Dudi Sela (84), según arrojó el sorteo del orden de juego efectuado al mediodía de ayer en el City Hall, ubicado en el centro de Sunrise.
La eliminatoria en el Sunrise Tennis Club continuará mañana también desde las 12:30 con el punto de dobles entre los argentinos Federico Delbonis (59) y Horacio Zeballos (112) ante los israelíes Jonathan Erlich (95) y Andy Ram (754), dos especialistas que ganaron el abierto de Australia en 2008, pero que atraviesan el ocaso de sus carreras.
El domingo a partir de las 13:30 se enfrentarán Mayer y Sela en el cuarto punto y a continuación lo harán Berlocq y Botzer, aunque si la serie está definida los capitanes gozan de la facultad de cambiar a los tenistas o bien pueden acordar no jugar el quinto partido.
Argentina, que ascendió al Grupo Mundial en 2001, llegó a la instancia de luchar por mantener la categoría luego de una dura derrota en Mar del Plata, en febrero pasado, ante Italia, por 3-1, mientras que Israel se ganó el derecho luego de superar como visitante a Eslovenia, también por 3-1, en una de las zonas del ascenso europeo.
La serie comenzó bien para los argentinos tras mudarse la localía de Israel, que debía albergar la eliminatoria en Tel Aviv, donde suele hacerse fuerte, debido al conflicto bélico que mantiene en la Franja de Gaza, y se optó por trasladarla a Sunrise, una ciudad ubicada a unos 40 kilómetros al norte de Miami.
El equipo ‘albiceleste’, que tendrá por última vez como capitán a Martín Jaite luego de tres años de gestión, se vio beneficiado en lo previo con el traslado de la serie, ya que en Israel el público suele ser muy fervoroso y molesto para los tenistas, y también porque su rival no tendrá a Amir Weintraub (263), en plena recuperación de una operación en la ingle.
Argentina, que en los últimos tres años perdió una final, ante España en 2011, y fue dos veces semifinalista, en 2012 y 2013, y en ambas cayó ante el luego campeón República Checa, edifica su victoria sobre lo que pueda hacer Mayer, campeón este año en Hamburgo y en el mejor momento de su carrera.
El correntino no debería tener problemas ante Botzer, un tenista habituado a los Futures (tercera categoría detrás de los ATP y los Challengers), y luego se espera que ‘Charly’ Berlocq le presente una dura batalla a Sela, con quien perdió hace dos semanas en el US Open en cuatro sets.
Berlocq deberá mejorar la versión que mostró en Nueva York y tendrá que lidiar también con el tema climático, ya que la serie se jugará con temperaturas que oscilan entre los 32 y 36 grados, más una humedad del 70 por ciento, lo que presupone un enorme desgaste físico.
Sela, un tenista rápido y con un buen revés, pero ningún fenómeno, será el rival a vencer por Argentina, y por eso Berlocq planteará un partido lo más extenso posible, con puntos largos que lo desgasten y lo lleven a cometer errores.
Otro aspecto importante que deberán manejar los argentinos es asumir el partido sin detenerse a pensar que una eventual derrota los devolvería a la zona continental de ascenso en la que se estuvo durante diez años, hasta que irrumpió la ‘Legión’ y llegaron los momentos felices, con el equipo siempre entre los ocho mejores del planeta.
Con este panorama y más allá de que en la Copa Davis todo es posible, Argentina se preparó con ahínco, entrenó duro durante largas horas en jornadas agobiantes, con la misión de mantenerse entre los mejores de la Davis y el año próximo soñar con tiempos mejores.
Esos buenos tiempos, con objetivos más grandes que mantener la categoría, están relacionados con un proceso nuevo que incluya a Juan Martín Del Potro, el ‘as de espadas’ del tenis nacional que se autoexcluyó del equipo los dos últimos años por diferencias con el actual cuerpo técnico, que será historia dentro de tres días.