A pesar de los rumores recientes en Brasil sobre un posible cambio de sede para la final de la Copa Libertadores, la Conmebol se mantuvo firme en su decisión de que el título continental se definirá en el Estadio Monumental. Esta confirmación se produce en un contexto donde se perfila un cruce entre clubes brasileños.
La semana pasada, medios brasileños informaron que la Conmebol estaba considerando otras canchas para la final, ya que el Monumental tiene una capacidad superior a 86 mil personas, lo que podría resultar excesivo para un partido entre dos equipos extranjeros. Uno de estos equipos es el Atlético Mineiro, que eliminó a River Plate, y el otro, a menos que ocurra un desastre deportivo, será el Botafogo, que esta noche jugará la revancha en Montevideo tras haber vencido 5-0 a Peñarol en el partido de ida.
No obstante, este miércoles, la Conmebol publicó en sus redes sociales una impresionante imagen del Monumental y reafirmó que allí se llevará a cabo la final. Además, ya se han firmado los contratos para el evento en Núñez, y se han establecido los lugares de alojamiento y entrenamiento para cada equipo, así como los puntos de encuentro para los hinchas en Buenos Aires, quienes buscarán la gloria eterna el 30 de noviembre.
Clausura del Monumental
River Plate enfrenta las consecuencias de haber organizado un espectáculo que contraviene las minuciosas regulaciones de la Conmebol, que prohíben el uso de bengalas y otros artefactos. La clausura del Monumental fue decidida, sobre todo, por incumplir las normativas impuestas por la Agencia Gubernamental de Control del país, que tomó la medida tras constatar violaciones a las reglas.
Luego de una inspección conjunta con la Policía, el ente autárquico de la Ciudad de Buenos Aires optó por esta contundente decisión debido al uso de pirotecnia en todo el estadio, cuando solo estaba permitido en un sector específico. Además, se hallaron fuegos artificiales en el baño de discapacitados, lo que contribuyó a la gravedad de la situación.
El club deberá abonar una multa por la falta administrativa, mientras aguarda las sanciones que determinará la Justicia. Según información interna, el levantamiento de la clausura deberá ser gestionado ante un controlador de faltas de la Dirección General de Administración de Infracciones de la Ciudad.