Después de un año muy complicado, la Conmebol arrancó el 2019 modificando algunas reglamentaciones para evitar los focos futuros de violencia. Y eso se puede notar en los objetos que se prohibieron para ingresar a los estadios: pasaron de 18 artículos a 21 ítems, aunque hay aún más limitaciones si se observa en profundidad los artículos. Pero las grandes variantes están totalmente relacionadas a las banderas, un elemento muy habitual en las canchas sudamericanas.
En la última Libertadores, por ejemplo, había prohibición de franjas y banderas que tapen la publicidad o impidan la identificación. A partir de ahora, directamente se vetaron "banderas gigantes" que sobrepasen los 1,5 metros de largo por 1 metro de ancho, además de los sostenes para ondearlas. Eso implicará que en cada cancha haya equipos especiales para medir los trapos que puedan ingresar los hinchas. La nueva regulación también corre para las divisiones que separa las tribunas, donde se suelen colgar las banderas. A eso hay que sumarle que las bombas de humo, muy comunes en Brasil, también fueron vetadas.
A partir del 2021, cabe señalar, el reglamento será más estricto aún. Es que las competencias que se realicen en ese año, obligará a todos los clubes y estadios a tener un sistema de venta de entradas online que exija identificación con todos los datos del comprador. Asísismo, se obligará a las instituciones de cualquier territorio a aplicar el derecho de admisión a aquellos seguidores con el ingreso prohibido a las canchas es sus respectivos países.
Lo que parece que también empezará a quedar en el pasado es ver a los hinchas parados en las tribunas. Para ello se empezará a exigir la numeración de los asientos, lo que teóricamente terminaría con los sectores donde se suele estar de pie. En el reglamento, hay que aclarar, no se deja en claro que serán prohibidos.
La frustrada final entre Boca y River fue un claro detonante para este paquete de medidas. Eso se refleja en la decisión del organismo presidido por Alejandro Domínguez, que también solicitó la creación de un sistema de grupos de crisis para casos de incidentes como los ocurridos en el Monumental.