<b>De la redacción de Super Deportivo</b>
La muerte del jugador Cristian Gómez de Atlético Paraná no se puede revertir. Pero muchos casos Cristian Gómez pueden evitarse en un porcentaje altísimo de sobrevida. Claramente ni el Club Boca Unidos, ni la ambulancia que lo trasladó al hospital contaban con un desfibrilador, así se desprende de las imágenes de asistencia de los primeros cinco minutos “vitales” para recuperar una muerte súbita y de las declaraciones de los médicos tras confirmarse la muerte del joven de 27 años.
Mientras que los foros mundiales de prevención de muerte súbita y los expertos como Arrhythmia Alliance (www.arritmias.org.ar) recomiendan que el uso de desfibriladores debería existir en “todos los lugares publicos” debido a que la muerte súbita “se lleva más vidas que el cáncer de mamas, cáncer de pulmón y Sida juntos” en países como Inglaterra, acá parece una discusión caída en saco roto.
<b>El precio de la vida</b>
Es inaudito pensar que el precio de un cardiodesfibrilador externo automático (DEA) es de un promedio de 30 mil pesos. Increíble y vergonzoso que un elemento que cuesta menos de lo que generalmente gana un solo jugador del nacional B mensualmente, no esté presente en cada estadio de la argentina. Y que sin dudas salva la vida de todos y cada uno de los presentes en un estadio de futbol.
<b>Super Deportivo </b> consultó a Bioingenieros egresados de nuestra facultad de Oro Verde y las respuestas realmente aumentan el grado de indignación: “Esta demostrado que las técnicas de resucitación cardiopulmonar (RCP) salva solo el 5% de los casos de muerte súbita, si a esto le sumamos la acción de un DEA dentro de los 5 minutos las posibilidades suben a más del 50%; si se tiene a mano un DEA y se aplica en el primer minuto las posibilidades llegan al 90%, y así disminuyendo 10% de posibilidades por cada minuto que se pierde”.
En el comienzo del torneo, la AFA repartió 148 desfibriladores para que los clubes lo pongan a disposición en sus estadios durante los partidos y así evitar más casos de muerte súbita. En relación a la nueva disposición de la AFA, en marzo el cardiocirujano y vicepresidente de la Fundación Cardiológica Argentina, Roberto Peidró, había explicado que “Cada diez casos de muerte súbita por una arritmia, si el desfibrilador llega a la persona en menos de 3 minutos, hay un 80% de posibilidades de que se salve, por eso es bárbaro que se haya logrado esto. y agregó: “Cada minuto que pasa se pierde un 10 % de la posibilidad de salvar la vida, es decir que si se pierden diez minutos es casi nula la chance de salvar a la persona", había explicado en coincidencia con los profesionales de la Bioingeniería.
<b>5 minutos para vivir</b>
En las imágenes del partido donde perdió la vida Cristian Gómez se puede contabilizar que desde su descompensación hasta el ingreso de la ambulancia pasaron estos 5 minutos esenciales para aplicar la técnica de desfibrilación. No se ve que lo usen. La ambulancia tampoco contaba con esta herramienta según se desprende de las declaraciones de los médicos que atendieron a Gomez. “Dentro de esos 5 minutos, cada minuto que pasa, se reducen las posibilidades de reanimar un corazón con fibrilación ventricular”, indicaron desde Bioingenieria.
<b>Diferencia entre infarto, muerte súbita y sincope</b>
Muchas informaciones hablaron de Sincope, ataque cardiaco, incluso hasta de infarto. Médicamente son definiciones distintas para cuadros muy diferentes. El Sincope se define como “perdida transitoria del conocimiento con recuperación espontánea (sin ayuda) del mismo”. Un médico llegó a decir a la prensa que Cristian Gómez tuvo un sincope. Sin palabras.
El infarto hace referencia a un problema de las arterias coronarias. La sangre que necesita el musculo cardiaco para alimentarse y seguir bombeando no llega. El musculo cardiaco muere.
<b>Muerte súbita</b>
Por definición es “el fallecimiento que se produce en la primera hora desde el inicio de los síntomas”. (Desmayo). Se debe habitualmente a la arritmia denominada fibrilación ventricular. Se trata de una desorganización mecánica del musculo cardiaco: “si pudiéramos ver un corazón al momento de una fibrilación seria como ver una bolsa llena de gusanos, por los movimientos desorganizados, pierde su capacidad de bombear sangre al resto del cuerpo, especialmente al cerebro, de ahí la importancia de cada minuto. El desfibrilador genera una descarga eléctrica que ordena esa bolsa de gusanos y se normaliza el ritmo cardiaco". Realmente el desfibrilador debe estar, para empezar, en cada cancha. Llegó la hora de que el médico deje de correr con agua fría y algún desinflamatorio cada vez que cae un jugador.