Boca ahuyentó los fantasmas que habían caído sobre el equipo tras el empate ante Godoy Cruz y, con una actuación sobresaliente de Darío Benedetto, uno de los más criticados por su bajo rendimiento, goleó 4-1 a Quilmes y se volvió a acomodar en la pelea, con siete puntos acumulados, tres menos que el líder, Estudiantes.
El Xeneize liquidó el pleito en el primer tiempo ante un rival que pareció tirar la toalla luego del vendaval de Benedetto: el delantero abrió el marcador de taco tras un centro rasante de Gino Peruzzi, luego marcó el segundo con un bombazo desde media distancia, asistió a Ricardo Centurión con otro taconazo y anotó el cuarto de cabeza. Nicolás Da Campo había gritado el empate transitorio para el Cervecero, pero la alegría le duró poco.
En el segundo tiempo, probablemente con vistas al partido de Copa Argentina del próximo miércoles ante Lanús, Guillermo Barros Schelotto comenzó a rotar al equipo. Sacó a Pablo Pérez, a Centurión y a Peruzzi y mandó a la cancha a Rodrigo Bentancur, Adrián Cubas y Leonardo Jara.
A media máquina, el Xeneize tuvo chances de ampliar la ventaja. Benedetto desperdició un mano a mano luego de un pase de Bentancur y Jonathan Silva estrelló un zurdazo en el palo. Quilmes ni siquiera intentó responder, y Boca volvió a festejar luego de algunos días complicados tras haber dejado puntos en el camino en Mendoza.