Los Topos es el equipo de los mejores jugadores sordos e hipoacúsicos federados de básquet del país, integrado en su mayoría por jóvenes de entre 18 y 35 años que conocen del sacrificio y la falta de apoyo.
Es que cada jugador suele sostener en gran parte de su propio bolsillo tantos los entrenamientos como los viajes que realizan para perfeccionarse y representar a nuestro país a través de la selección nacional.
En los últimos años consiguieron resultados importantes: fueron medalla de bronce en los Panamericanos del 2012 y plata en el Sudamericano del 2014. Sin embargo, esos logros parecen no ser suficientes para que el Estado los escuche y brinde el apoyo económico que merecen.
La delegación completa para ir al Mundial de Taiwán, que se llevará a cabo entre el 4 y el 12 de julio de este año, debería incluir a 16 integrantes, entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Cada uno necesitaría poco más de 40.000 pesos para cubrir hospedaje, comidas, pasajes y seguros.
La selección está conformada por jugadores con una discapacidad auditiva. Muchos son completamente sordos, y otros son hipoacúsicos, y gracias a los audífonos tienen la capacidad de escuchar los sonidos.
En este caso el deporte es un factor de inclusión y sirve para que deportistas con esta discapacidad tengan el reconocimiento que se merecen. Las barreras físicas no son un impedimento para que estos basquetbolistas demuestren a cada paso el nivel que poseen.
María Grande será un nuevo lugar por donde pasarán para seguir generando conciencia y, lo más importante, tratar de conseguir fondos para achicar la brecha con Taiwán, que hoy parece estar lejos.
El próximo sábado a partir de las 22 se llevará cabo una cena con el objetivo de recaudar fondos. Previamente, a las 19.30, se jugará un partido amistoso entre el seleccionado (del que forma parte el mariagrandense Diego Galanti9 y el equipo de Primera División de Atlético María Grande.
El domingo culminarán las actividades en la provincia con un partido amistoso que jugarán ante Echagüe, en Paraná.
El apodo del equipo tiene relación con los mamíferos que viven en madrigueras y no escuchan. Sin embargo, los jugadores de esta selección, por el contrario, quieren salir al mundo y hacerse oír.
El entrenador del equipo es el cordobés Silvio Barrionuevo, de 44 años. Al oriundo de Dean Funes lo acompañan Ariel Britos, también de Córdoba, como asistente, y Francisco Quinteros, de La Rioja, como preparador físico.
El DT comentó: “Fuimos programando concentraciones y creciendo poco a poco. Para el mundial de Taiwán, por ejemplo, venimos concentrando en La Rioja, Santiago del Estero y Entre Ríos. Ahora será específicamente en María Grande, la ciudad de Diego Galanti, que es un referente importante para el plantel. La idea es difundir nuestro proyecto en el interior del país. Las actividades incluirán actividades físicas, técnicas, tácticas y partidos amistosos”.
Galanti, además de tener innegables cualidades para jugar al básquet, es un ejemplo de lo que el deporte puede generar, con su efecto integrador y promotor social. “El ya estaba cuando llegué a la dirección técnica. Es uno de los emblemas del equipo, principalmente desde lo humano. Trata de integrar y ayudar. En la cancha es muy trabajador y batallador. Le aporta mucho al equipo”, reconoció Barrionuevo.
La movida para juntar fondos no conoce de barreras. Los jugadores y el cuerpo técnico hacen lo que sea para conseguir dinero para poder viajar, golpeando puertas de funcionarios públicos y empresarios, desarrollando actividades, apelando a la solidaridad de amigos y conocidos, mostrando las necesidades y carencias a través de las redes sociales y contando con el apoyo de algunos referentes y conocidos del básquet convencional. “Yo apoyo a la selección argentina de básquet silencioso”, es siempre el mensaje.
Barrionuevo indicó: “Llegamos a este mundial por mérito deportivo. Tratamos de hacer un trabajo serio, donde todos ponemos sacrificio por esta pasión. En este mundial estarán grandes selecciones, como Estados Unidos, Venezuela, Canadá, Turquía, Eslovenia, e Italia, entre otros. En nuestro grupo, que es durísimo, tenemos a China, Turquía y Eslovenia, potencias en este deporte. Será un desafío y el gran objetivo es pasar a la siguiente ronda”.
Sobre la forma de jugar de su equipo, comentó: “No tenemos un plantel alto, y entonces buscamos desarrollar y potenciar al máximo nuestra defensa. Estamos trabajando con un plantel conformado por un buen grupo humano, con ganas de aprender en forma permanente. Tratamos de presionar mucho y controlar al rival, disminuyendo sus posibilidades y capacidades. Tenemos un progreso constante, con un juego prolijo, ordenado y defendiendo con agresividad”.
Explicó que “la parte defensiva en este deporte es difícil, porque no hay comunicación oral. Hay señas y códigos principalmente. En lo reglamentario es todo igual al básquet convencional, pero adaptado. Los árbitros usan silbato y banderines porque el resto de la gente, hinchas, periodistas y todo el entorno, no son sordos. Para los jugadores específicamente todos los instrumentos están bien iluminados, para que puedan percibir todo apelando a otros sentidos que no pasan por la audición. La pelota, de todas formas, es la misma que se usa en el básquet FIBA”, aclaró.
Agregó que “la Organización Mundial de Deporte de Sordos impone que el jugador tenga disminuida la capacidad auditiva al menos en un 45% en ambos oídos. Hay hipoacúsicos (que oyen poco) y sordos en el equipo. Algunos tienen implantes o audífonos, pero no pueden usarlos en la cancha. En la Selección tengo chicos de Entre Ríos, Salta, Formosa, Tucumán, Santiago, Catamarca, Buenos Aires y Río Negro, por ejemplo. Actualmente tengo 15 en la preselección y habrá un nuevo corte después de los entrenamientos en María Grande. Quedarán 13 y con ese número nos manejaremos por ahora, previendo alguna lesión o eventualidad que se pueda producir, para confirmar finalmente la nómina de 12 jugadores que viajará”.
El técnico Barrionuevo destacó que “si bien hay provincias que están apoyando, como el caso de Entre Ríos, lo que buscamos y peticionamos es el apoyo de la Secretaría de Deportes de la Nación, porque vamos a representar a nuestro país. En forma permanente estamos golpeando puertas para que los chicos tengan apoyo. En otros países los jugadores hasta llegan a ser profesionales. Acá estamos lejos de todo eso, pero al menos queremos que tengan la chance de representar al país en el mundial, porque ganaron esa posibilidad adentro de la cancha”.
El mensaje que dan los topos es el de apostar a la inclusión, para abrir todos los caminos posibles. Ojalá los que tienen que oír, oigan.