La definición más electrizante de la historia de la Fórmula 1 sigue dando que hablar. El piloto neerlandés Max Verstappen, de 24 años, se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1 el domingo pasado (lo hizo por primera vez en su trayectoria) después de conquistar sobre el cierre el Gran Premio de Abu Dabi, última carrera de la temporada 2021, por delante de su rival Lewis Hamilton, con quien había llegado empatado en puntos a la definición sin precedentes.
Hubo festejos de Verstappen, también pedidos de apelación por parte de Mercedes, que no prosperaron ya que la Comisión de la FIA la desestimó a las pocas horas, confirmando el triunfo del neerlandés. Pero también voces que se levantaron en favor de unos y otros, también de una definición impactante. Quien hasta ahora no había emitido opinión y se refirió al tema fue Toto Wolff, el director de Mercedes, que ya había mostrado su fastidio por haber perdido el título.
"Lewis y yo seguimos completamente desilusionados. Mi corazón y mi alma siguen llorando por cada poro. Cuando se ignoran los principios del deporte y el cronómetro ya no vale nada, empiezas a cuestionar si todo el trabajo, la sangre, el sudor y las lágrimas valen la pena", dijo en una entrevista con el diario alemán Bild.
Lo más curioso, sin embargo, fue la comparación de Wolff con el título de la Argentina en el Mundial de México 86: "Lo que pasó está a la altura de La Mano de Dios o de Wembley", dijo el dirigente, todavía molesto por el desenlace. Está claro: el paralelismo lo hizo apuntando al gol que Maradona le hizo a Inglaterra con la mano en 1986, el primero de los dos tantos el 10 por los cuartos de final.
Para ampliar el concepto, agregó en declaraciones que fueron reproducidas por la agencia AFP: "Hay una diferencia entre tener razón y obtener justicia", señaló en alusión a la decisión de recusar el resultado contra el título del neerlandés Max Verstappen, de Red Bull. "Ante una tribunal normal, casi seguro que habríamos ganado, pero el problema con la Corte de Apelación Internacional es que la Federación Internacional de Automóvil no puede calificar su propio trabajo", indicó el austríaco, que había avisado que no iría a la gala en la que se entregarán los premios, al igual que su piloto y subcampeón del mundo, el inglés Lewis Hamilton.
La decisión de recurrir los resultados del Gran Premio de Abu Dabi el domingo, que terminó con la coronación de Verstappen en detrimento de Hamilton gracias a una controvertida elección de la dirección de carrera, y luego de retirar esa apelación, se tomó "de manera conjunta" con el británico, afirmó Wolff en una rueda de prensa virtual.
"Lewis y yo estamos desilusionados en este momento", prosiguió. "No por nuestro deporte, que amamos, sino porque si rompes el principio de justicia y autenticidad puedes dejar de amarlo. Hemos empezado a hacernos preguntas y eso tomará tiempo digerirlo. Dudo que alguna vez lo dejemos atrás del todo. Fue la mayor injusticia de la historia".
Preguntado sobre la posibilidad de que Hamilton abandone la F1 de forma prematura tras este suceso, el austriaco aseguró que pensaba que "como piloto, verá en su corazón que debe continuar porque está en la cima de su estado de forma, pero tendrá que superar el dolor, puesto que es un hombre con fuertes valores".