Brian Fernández no está desaparecido. Su mujer Araceli Fessia y su representante Christian Bragarnik lo confirmaron. Tampoco es suyo el BMW destrozado que la Policía santafesina encontró este lunes por la mañana en Peñaloza y Doldán. Le pertenece a una mujer, pero el delantero de Colón lo utilizaba para trasladarse. La preocupación que generó el estado del vehículo movilizó a los medios. Lo cierto es que, a esa hora, el jugador de 28 años se encontraba durmiendo en la casa de su tío.
Fernández tiene una adicción a las drogas y durante toda su carrera no pudo sentar cabeza en ningún club. "Lo llevé a mil lugares. Ya no sé qué más hacer. Es un muy buen chico", le dijo Bragarnik a Clarín Deportes. El empresario, incluso, llegó a pagar una clínica en México de su propio bolsillo. Pero el delantero no logra recuperarse.
Y la última vez que fue internado, salió de la mano de su mamá, Rosana Villagra, que tiene otros cuatro hijos futbolistas: Leandro (hoy en la U de Chile), Nicolás (Uvita, que está en Defensa y Justicia), Fernández como Brian, y Tomás (en las inferiores del club de Florencio Varela) y Juan Cruz (Douglas Haig de Pergamino), quienes utilizan el apellido materno. David murió trágicamente en 2012: se pegó un tiro en la sien después de sufrir un accidente con la moto. En total, la Tana (como la conocen en Villa Yapeyú), tuvo diez hijos.
"Brian se encuentra bien, con el grupo de profesionales que están al tanto de su situación. El auto no estaba abandonado, estaba ahí. Brian lo estaba usando, pero no es suyo, se quedó sin nafta, quedó ahí varado y no lo queríamos poner en condiciones para que no lo siga usando. El tema es que lo veníamos controlando y hoy a la madrugada la gente le robó todo y lo destrozó".
Y amplió: "Es muy largo de explicar y difícil de entender, pero está bien y tiene un grupo de profesionales con él que está a disposición de nosotros. La familia ya estaba al tanto de que el auto estaba ahí. Él lo entiende y lo sabe cuándo está bien, pero estaba mal y lo estaba usando", aseguró la madre de su hijo.
Fuentes policiales deslizaron que el ataque sería un ajuste de cuentas por una deuda del futbolista.