El Barcelona, liderado por un Leo Messi en estado de gracia, buscará hoy obrar el milagro ante el Paris Saint-Germaint en la vuelta de octavos de final de la Champions y dar vuelta a la dura derrota cosechada en la ida (4-0).
"¡Sí se puede!", gritó el Camp Nou el pasado sábado en la victoria 5-0 contra el Celta en Liga, que sucedió a otra goleada encajada el miércoles al Sporting de Gijón (6-1), haciendo soñar a los culés con la remontada ante el PSG.
Frente a la fe de los barcelonistas, las estadísticas afirman que ningún equipo ha logrado remontar un 4-0 en la Liga de Campeones, lo que de volver a cumplirse supondría que el Barcelona no alcanza los cuartos de final de la Liga de Campeones por primera vez desde 2007.
"Será difícil, evidentemente, no somos tontos. Pero tengo una fe inquebrantable en que vamos a poder hacer un gran partido y entrar en la eliminatoria", afirmaba Luis Enrique.
El técnico azulgrana, que el miércoles pasado anunció que no seguirá al frente del equipo al término de la temporada, quiere acabar sus tres años en el Barcelona de la mejor manera posible.
Líder liguero y finalista de la Copa del Rey, dar la vuelta a esta eliminatoria sería una gran hazaña en la que pocos, fuera del barcelonismo, creen.
Messi al frente
Para ello, Luis Enrique contará con todas sus estrellas, empezando por su temible trío atacante, la MSN (Messi, Suárez, Neymar).
El argentino, actual mejor goleador de la Liga de Campeones con 10 tantos, se ha mostrado como el revulsivo del equipo.
"Si Messi se coloca la remontada entre ceja y ceja, desde el minuto 0 hasta rematar una hazaña insólita, el resto seguirán, lo intentarán, lucharán y desplazarán al PSG", afirmó ayer el diario Mundo Deportivo.