Nunca dejó de avanzar y ahora su premio es el título en Buenos Aires 2018. Se suma así a una larga tradición de medallistas en boxeo: esta es la 26° en la historia argentina, entre mayores y juniors, y con nombres como Pascual Pérez, Pedro Quartucci y Pablo Chacón.
Desde enero, contó, concentra en la Ciudad para lograr su gran objetivo. El sacrificio valió la pena. Primero venció dos veces al uzbeko Jakhongir Rakhmonov, ambas por fallo dividido 3-2, y llegó a la final, asegurando una medalla más para la delegación nacional.
El combate final fue ante el marroquí Yassine Elouarz, al que no le dio demasiadas opciones de remontar una pelea que lo tuvo siempre al frente. Al entrerriano se lo vio muy prepotente, buscando sacar diferencia todo el tiempo.
Apenas hubo episodios del segundo asalto en el que el africano amagó con inquietar a Arregui, pero fueron solo muestras. Las tribunas, una minúscula versión de esas noches típicas de peleas por un título mundial, marcaron cada vez que el local acertó un golpe.
Ni bien terminó el último round, el nacido en Villaguay alzó sus brazos. El fallo fue unánime, y confirmó las presunciones: Arregui ganó la pelea con justicia y se proclamó campeón en la categoría hasta 69 kilos en los Juegos de la Juventud. De los cinco jurados que vieron ganar al argentino, cuatro lo puntuaron con 30-27 y el restante con 29-28.
Además, El entrerriano dijo que le "llena el alma" ver a su entrenador tan feliz por el logro, al tiempo que consideró "fundamental" en lo anímico el aliento de la gente.
"Desde enero estoy concentrando acá en Buenos Aires. Dejé muchas cosas de lado, mi familia, mi hija, mi mujer. Pero todo ese sacrificio que vengo haciendo lo volqué arriba del ring y pudimos ganar la medalla de oro", resumió.