La Verdeamarela no necesitó esforzarse ni desarrollar un juego de alto vuelo para superar a la Cenicienta de las Eliminatorias. Y mientras Argentina sufre la ausencia de Lionel Messi, el Scratch no extrañó a Neymar, quien no jugó porque estaba suspendido. Desde la llegada de Tite, el andar de su Selección es arrollador: ganó los cuatro partidos que jugó. Antes de su asunción, Brasil se encontraba con 9 puntos y afuera del mundial. Pero con ese puntaje perfecto de los últimos cuatro encuentros, alcanzó la cima de la tabla de posiciones en apenas 40 días. Y llega afilado para recibir a la Argentina en un mes.
Una goleada a Ecuador en Quito; un triunfo tan ajustado como valioso contra Colombia en Manaos; otro apabullante triunfo sobre Bolivia en Natal y la victoria de ayer en Mérida fueron las cuatro auspiciosas presentaciones de la Selección dirigida por Tite, que en la próxima fecha se enfrentará a Argentina en el Mineirao de Belo Horizonte.
Anoche, Brasil exhibió su jerarquía ante una Venezuela frágil, que se encuentra en el último lugar de las posiciones. Entre ambas Selecciones hay diferencias tan grandes como el Amazonas.
Brasil sacó la ventaja inicial a partir de un obsequio que ofreció el arquero rival. Dani Hernández entregó corto un pase, Gabriel Jesus lo interceptó y, cara a cara con el guardameta venezolano, hizo un gol de Playstation, al picarle la pelota desde afuera del área. Fue en el amanecer del encuentro. Y el segundo tanto lo consiguió al principio del complemento. Willian entró por el segundo palo y mandó a la red un centro rasante desde la izquierda de Renato Augusto.
Tras el parate de 22 minutos por un corte de luz, nada cambió. El dominico del equipo de Tite no cesó aunque Venezuela contó con un par de llegadas pero no tuvo eficacia en el área rival. Bajo la intensa lluvia de Mérida, en ese escenario donde Argentina sufrió y sudó para conseguir un empate, Brasil ganó sin transpirar.