En la fresca tarde correntina, Boca Unidos superó a Nueva Chicago por 2-1 con goles de Jorge Achucarro y Rolando Ricardone. Boca Unidos no encontró su mejor versión pero se hizo fuerte en su reducto.
Los primeros minutos no fueron de gran lucidez para ambos equipos, que preferían esperar a que alguno se anime a dar el primer golpe. A los 17 minutos, el anfitrión tuvo su primera chance con una combinación entre Cristian Núñez y Franco Cángele, quien remató al ras del suelo y la pelota salió rozando el palo derecho del golero.
La clave en el ataque de Boca Unidos pasaba por el sector izquierdo; allí Germán Herrera se lucía y encontraba espacios junto a Cángele, el claro armador de juego del equipo de Montero. Chicago nunca tuvo profundidad para lastimar a su rival.
Sobre el final del primer segmento, el Aurirrojo tuvo una de las más claras, tras una magistral triangulación entre Achucarro, Cángele y Fabro. Este último remató a colocar y la redonda salió besando el caño superior del Oso Sánchez.
Sin muchas chances de romper el cero, se iban al descanso dos equipos que no cumplieron con la expectativa de la antesala, argumentada por la posición que ambos ocupan en la zona alta de la tabla.
Pero las emociones se iban a guardar para el complemento. Nuevamente los ribereños se hicieron protagonistas. Primero la tuvo el Negro Núñez de cabeza a los 2', Sánchez respondió correctamente y la envió al córner.
Hasta allí llegó la valla invicta del Torito en la tarde correntina, porque a los 6', Martín Fabro volvió a buscar por la vía aérea y allí encontró a Jorge Achucarro, que la puso al ángulo y decretó la apertura del marcador.
Boca Unidos lo iba a aumentar a los 18', cuando Ricardone le dio de media chilena tras una jugada dividida, donde la pelota quedó bollando en el área grande y encontró al marcador central. 21' transcurrían cuando Fabro nuevamente intentó vencer el arco de Sánchez, pero el palo derecho le dijo que no tras un derechazo tremendo y la visita seguía con vida.
Los cambios le dieron, valga la redundancia, cambios de aire a los de Mataderos, que sumaron hombres en ataque y llegaron al descuento, aunque un poco tarde. A los 37', el ingresado juvenil Nicolás Rizzo le ganó el mano a mano a Henricot y puso el 2-1 definitivo.
No deslumbró, pero cumplió con la ley de dejar los tres puntos en casa. Los de Montero siguen sumando en una de las mejores campañas del club en la B Nacional, una campaña de ascenso. Hubo otro equipo que fue más regular y es por eso que los correntinos se deberán conformar con estar entre los que dieron pelea.