No se encendieron las alarmas en Casa Amarilla, pero sí se extremaron las precauciones. Es que Andrés Chávez arrastra una molestia muscular y por eso ayer quedó fuera del banco de suplentes y hoy no se entrenó junto a sus compañeros. Todo para que el jueves pueda estar en el Monumental.
Las primeras imágenes del entrenamiento de Boca mostraron al zurdo moviéndose por su cuenta mientras el resto de los jugadores que ayer no participaron del triunfo ante Independiente intensificaban los trabajos físicos. El ex-Banfield está en condiciones de jugar, pero ante la importancia del duelo ante River, durante la semana no será exigido al máximo para no correr mayores riesgos.
Chávez es el único jugador de la ofensiva de Boca que tendría su lugar garantizado en la vuelta de las semifinales de la Copa Sudamericana. De ahí a que los cuidados sean tan extremos. Ante el probable cambio de esquema que implementaría el Vasco (jugaría con un 4-4-2), el lugar que resta definir en la delantera se lo disputan Jonathan Calleri y Emmanuel Gigliotti. La única certeza que hay en La Boca es que Chávez jugará de entrada.