En el Mario Alberto Kempes, Belgrano se hizo fuerte y le cortó el prematuro envión a River al derrotarlo por 3-2. El equipo de Marcelo Gallardo mostró su peor imagen en la primera parte y, a pesar de una clara reacción en el complemento, no le alcanzó y terminó lamentando la caída. Iván Etevenaux, dos veces, y Jorge Velázquez marcaron para el local; y Nicolás Domingo e Iván Alonso, para el Millonario.
Había arrancado bien el elenco de Núñez, con intensidad y mucha movilidad de mitad de cancha para adelante. Sin embargo, no costó distinguir las grietas que se abrían en la última línea cada vez que el local recuperaba y buscaba salir de contra. De una de esas contras surgió una seguidilla de córners y tras un mal rechazo de Andrés D´Alessandro Etevenaux metió un derechazo notable que venció la resistencia de Marcelo Barovero para decretar el 1-0.
La ventaja le sentó bien a Belgrano, que acentuó su filosofía y con mucha presión en la mitad amenazaba con lastimar aún más de contra. Fernando Márquez distrajo la marca de Leonardo Ponzio en la mitad, Nicolás Domingo no hizo el relevo y Jorge Velázquez entró solo para definir con la cara interna del pie izquierdo. 2-0 y parecía golpe de knock out para River.
Sin embargo, en la salida de un córner, Domingo recibió en la medialuna del área y sacó un certero derechazo para dejar rendido al eterno Juan Carlos Olave. Descuento y reacción millonaria. Los de Gallardo se adelantaron aún más y dejaron algunos huecos en defensa. El empate merodeó el área pirata, pero nuevamente Etevenaux apareció solo por el medio para aprovechar una corrida de Márquez y puso el 3-1 antes del descanso.
Como ante Quilmes, pero al revés, a River el final del primer tiempo le dictaba el ritmo del partido. La semana pasada salió a sentenciar el juego y terminó goleando, pero esta noche, en Córdoba, salió sin encontrar el camino. Debió mover el banco el Muñeco para sacudir al equipo. El Millonario pasó de ser lento y previsible a vertiginoso e incisivo. Alonso (llamativamente reemplazó a Lucas Alario) aprovechó un centro desde la izquierda para ponerle la cabeza al descuento y la visita fue a quemar los papeles.
Con todo el equipo volcado al ataque y D´Alessandro mostrando su mejor pasaje del encuentro tirado unos metros más atrás, River metió a Belgrano en su área. Pero el Pirata, equipo de mil batallas y duro de doblegar, resistió estoicamente y a pesar de la lluvia de centros que cayó en su área, se terminó llevando un triunfo tan valioso como merecido. Para Gallardo quedan muchas dudas luego de juntar a varios jugadores de características similares y de haber pagado caro su mal planteo inicial.