22 de noviembre del 2014. Una fecha que quedará marcada a fuego en la carrera de Lionel Messi. Como tantas otras. Como ninguna. El día en que, después de una incesante búsqueda de tres partidos (Real Madrid, Celta y Almería), logró hacer trizas el récord de Telmo Zarra, aquel jugador en blanco y negro. A falta de uno para alcanzarlo, hizo tres para superarlo y despejar dudas de los estadistas que contabilizaban goles más o goles menos para el hombre que brilló en los 40 con la camiseta del Athletic Bilbao.
La víctima fue el Sevilla, pero no debe preocuparse, es un equipo más de los varios que lo sufrieron en carne propia. Arrancó apagado, desactivado, como en la Final del Mundial (¿vamos a crucificar a uno de los jugadores más importantes de la historia por un solo encuentro?), como en los últimos tiempos de su carrera. El arco estaba torcido. Su juego no lograba involucrarse en un Barcelona 'modelo' Luis Enrique que aún está buscando su camino.
Hasta que a los 20 minutos, una falta le quedó en la puerta del área mirándolo e insinuándole que quería transformarlo en historia. La pelota, él y el arco. No había nadie más en el camino. No lo hubo. Zurdazo perfecto desde la izquierda, con ángulo bien cerrado, para que Beto no llegue y la Pulga comience a enderezar su performance en este día y alcance a Zarra. Una ironía del destino: llegar al récord con uno de sus 'nuevas' virtudes, ya que debió pulir mucho su pegada para transformarse en un buen ejecutante de tiros libres.
Si bien Jordi Alba quiso la fiesta con un insólito gol en contra cuando apenas amanecía el complemento, Neymar, su mejor socio en esta etapa de su carrera, metió el cabezazo para abrirle la puerta a la tranquilidad de todos y colocar el 2-1. Al ratito, Iván Rakitic, también de cabeza y tras un centro de Luis Suárez, dejó el camino allanado para que la "Pulga" continúe su trabajo.
A los 26, Lio comandó un contraataque desde su propia área, abrió con Ney y éste se la soltó al centro para que Messi haga otro gol 'a lo Messi'; entrando por el centro del área como falso 9. Aunque el a lo Messi, tras 252 goles, son todos los tantos que haga. Su repertorio para generar y definir, es tan enorme como su talento. Récord absoluto.
Pero... ¿Cómo iba a convertirse en historia viva y no se iba a llevar a su fiel amiga, la pelota? Para no tener que robársela, hizo el trámite legal: hat-trick. Maniobra de derecha a izquierda, para terminar fulminando al pobre Beto que será recordado también por esta tarde. Tercer gol del día. 253 tantos en Liga para adueñarse de la marca de Zarra. La pelota, derecho a su museo. 5-1 final.
Para el final sólo quedó su merecido homenaje, en medio del campo de juego, mirando un video con sus mejores momentos, mientras sus compañeros y el público del Camp Nou sólo lo alababan; una vez más. El hombre récord. Ah, también el Barcelona se quedó como único escolta del Real Madrid, imparable puntero. Pero eso seguramente será olvidado, porque la estrella principal fue Lionel Messi.