Barcelona, el campeón defensor de la Liga de Campeones, inició la flamante aventura con un empate 1 a 1 ante la Roma en el marco del Grupo E, precisamente en el Estadio Olímpico. Luis Suárez abrió la cuenta para los Blaugranas, pero Alessandro Florenzi acertó un disparo desde 50 metros y colocó las cifras finales.
La etapa inicial fue bastante extraña, con el dominio territorial del Barça, que se adueñó de la pelota desde el inicio y sometió a su adversario, mostrándole las credenciales de último campeón del Viejo Continente. Además fue importante la labor de Lionel Messi, súper participativo y conectado en los circuitos de juego del equipo. No sorprendió entonces que, cuando iban 20', Ivan Rakitic penetrara el área por el sector derecho y ejecutara un preciso centro a la cabeza del uruguayo, que la empujó en una posición dudosa y discutida.
Parecía que el trámite sería más beneficioso todavía para el conjunto de Luis Enrique, quien regresaba a la capital italiana después de comandar a la Loba. No obstante, el mediocampista del dueño de casa sorprendió a todos con una bomba desde mitad de cancha y estableció la paridad a los 31'. Eso no solamente emparejó el marcador, sino que también se equipararon fuerzas de ambos elencos. Y Marc-André Ter Stegen sufrió un duro impacto anímico, ya que le habían convertido un gol similar en la Supercopa ante Athletic Bilbao.
Ya en el complemento se niveló la historia, aunque la tónica siguió con las mismas características: los españoles llevando la iniciativa y los italianos bien parados en el fondo, a la espera de una oportunidad de contragolpe para lastimar y adueñarse de las tres unidades. Ninguno de los dos gozó de claridad en los metros finales y debieron conformarse con una igualdad que sirve para comenzar el sendero continental.
Para la Pulga, que fue titular y alcanzó las 100 presencias en el certamen europeo de mayor prestigio, terminó siendo una performance destacada porque lució enchufado, ágil y dispuesto a guiar a sus compañeros a la victoria, aunque solamente le faltó afinar la puntería para convertir el buscado gol.
Javier Mascherano empezó sentado en el banco de suplentes, pero posteriormente entró en el segundo tiempo para reemplazar a Rafinha, quien aparentemente sufrió una grave lesión al minuto y medio de haber ingresado como relevo. A su vez, lo mismo sucedió con Juan Manuel Iturbe, quien apareció sobre el césped para los últimos 10', aunque poco pudo hacer para escribir un final feliz.