Un día después de que Lionel Messi se consagrara campeón de la Liga de Francia con PSG, Barcelona no pudo ante Rayo Vallecano en el Camp Nou, perdió 1 a 0, estableció un récord negativo de local y le dejó servido en bandeja el título de Liga a Real Madrid, que con solo empatar en casa el sábado próximo ante Espanyol se consagrará campeón.
"Estamos en la era post Messi, debemos tener paciencia. Fui el primero en aspirar a títulos, pero hay que reforzarse para el año que viene. Tenemos que ser realistas y tener calma. Sin Messi está siendo más difícil. La actitud del equipo está siendo encomiable, eso sí", había declarado el técnico Xavi Hernández en la previa de esta fecha.
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La frase, tras el inesperado traspié, cobra otra vez una notable actualidad. Aunque lo disimule, Barcelona sigue extrañando, y mucho, al crack rosarino. Que emigró en agosto pasado y fue irreemplazable, más allá de que llegaron nuevos jugadores. El post Messi se le está haciendo muy duro en el club blaugrana.
De todos modos, el cambio de entrenador (se fue el neerlandés Ronald Koeman y llegó Xavi) trajo aire renovado al conjunto catalán. Y eso permitió una reacción futbolística que le permitió a sus hinchas ilusionarse con intentar arrebatarle el campeonato a Real Madrid.
Es casi un hecho que eso no podrá ser. Dos derrotas consecutivas de local (el lunes ante Cadiz y este domingo frente a Rayo Vallecano, ambos 0-1) prácticamente sentenciaron su suerte. Y también establecieron un récord. Porque a ellos se suma el 2-3 frente a Eintracht Frankfurt del pasado 7 de abril, por la Europa League. Nunca antes en la historia Barcelona había perdido tres partidos de local en una misma temporada.