A 24 horas de la gran final del Mundial FIBA China 2019, la selección argentina de básquet completó un nuevo entrenamiento en una de las canchas auxiliares del Wukesong Arena, el maravilloso estadio que fue construído para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y que fue la sede elegida para los partidos definitorios de la Copa del Mundo.
Ahí, en ese mismo recinto donde este domingo el equipo de Sergio Hernández buscará su segundo título mundial frente a España, se volvió a repetir un ritual que se transformó en un momento íntimo y particular para el plantel argentino.
Una vez que pasó la entrada en calor, los jugadores tuvieron sus minutos para realizar la sesión de tiros al aro y Oveja, junto a su staff técnico, repasaron cuestiones tácticas de cara al enfrentamiento. Y para el final, con todo el grupo y los colaboradores reunidos en una ronda en el centro de la cancha, empezó el show de aplausos de todos, que se extendió por más de un minuto.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">Vuelta al trabajo tras el triunfo ante Francia, con este detalle: hoy se entrena con la pelota exclusiva para la final. <a href="https://t.co/aNFpfYseP9">pic.twitter.com/aNFpfYseP9</a></p>— CABB (@cabboficial) <a href="https://twitter.com/cabboficial/status/1172835901497643008?ref_src=twsrc%5Etfw">September 14, 2019</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Pero, ¿qué esconde ese momento especial en la práctica? Aunque para el mundo del deporte se lo podría relacionar con una cábala, para los componentes del seleccionado se convirtió en un espacio que demuestra la unión del equipo, uno de los baluartes de un conjunto que lleva casi 60 días junto y que, antes de emprender la gira preparatoria por Lyon, Francia, y con un breve paso por Saitama, en Japón, ya se consagró campeón en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
"Somos un equipo con poca experiencia. Pero me gusta el grado de inconsciencia que hay en este grupo. Lo estimulo. Cuando más disfrutamos, mejor jugamos. Es lo que mejor nos sienta. Es fácil decirlo ahora que vamos siete victorias seguidas, pero lo pensamos desde antes", comentó Oveja después del triunfo ante el seleccionado francés en las semifinales del certamen.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">El show del aplauso. Nuestra manera de confirmarle al compañero de al lado que que estamos juntos, que si uno se cae el otro lo va a levantar, que la química es genuina. O simplemente un modo absurdo (pero ya clásico) de cerrar los entrenamientos. ???? <a href="https://t.co/nzzSNXxk9d">pic.twitter.com/nzzSNXxk9d</a></p>— CABB (@cabboficial) <a href="https://twitter.com/cabboficial/status/1172165329222373376?ref_src=twsrc%5Etfw">September 12, 2019</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Más allá del resultado final que deje la definición ante España, a partir de este Mundial en China ya nació una nueva generación. Un equipo que, a pesar de que algunos de sus componentes estuvieron en lo que fue la despedida de Manu Ginóbili y Andrés Nocioni en los Juegos Olímpicos de Río 2016, el grueso del plantel actual se fue sumando con el correr del ciclo preparatorio para esta Copa del Mundo.
Gracias a los valores y las enseñanzas que legó la Generación Dorada, Argentina se mantuvo entre las mejores selecciones en el mundo del básquet y, en el primer gran torneo internacional, volvió a demostrar que hay futuro para ilusionarse con nuevos éxitos deportivos.