Por una cuestión de puntería, la situación no pasó a mayores. A diferencia de lo que sucedió el día domingo, no rompieron ningún vidrio.
"Somos seres humanos y los que viajan acá son seres humanos. Venimos a jugar un partido de fútbol, esto no es una guerra", se quejó el conductor del micro en una entrevista con TyC Sports.
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Estos jugadores del Xeneize tienen malos recuerdos con este tipo de agresiones. En noviembre de 2018, debió suspenderse el encuentro correspondiente a la revancha de la final de la Copa Libertadores, luego de que Pablo Pérez y otros futbolistas resultaran heridos producto de los objetos que le tiraron los hinchas de River en el ingreso al estadio Monumental.
Luego de este lamentable hecho, desde la dirigencia del conjunto de la Ribera tomaron la decisión de empezar a trasladarse en un un micro antivandálico, que estaría listo para mediados o fines de mayo.
El mismo tendrá un sistema de seguridad para proteger mejor los vidrios y así evitar que los jugadores resulten lastimados ante cualquier posible agresión.